La canción es uno de los géneros musicales más antiguos y con mayores proyecciones a futuro en el mundo. Desde la Grecia antigua, pasando por la Edad Media y atravesando toda la Modernidad, la canción se renueva al ritmo de la historia y de las nuevas tecnologías.
Podría decirse que GEMA arrastra, humildemente, una tradición cancionera ligada a la trova latinoamericana, y en algún punto a la “chanson” francesa, pero también a autores de canciones menos convencionales como Adrián Paoletti, Flopa o Ariel Minimal, sumando la intervención del factor electrónico como una pieza clave del repertorio que a muchos remitiría a Bjork. Esto le permite a GEMA pronunciarse como un nuevo proyecto de vanguardia, en lo que a canción se refiere.
Integrada por Paula Ferreyra (voz), Ileana Pérez (vibrafón, chapa, guitarra), Rosalía Pérez (violoncello), Mara Preisz (programación, teclas, coros, fx) y Analía Vega (violín), GEMA es una banda que fusiona elementos de la música clásica, latina, folclórica y de rock con elementos de la música electrónica creando climas de diferentes texturas jugando con las experiencias sensoriales de los espectadores.
El show comenzó con algunos minutos de retraso y algún inconveniente técnico que no perturbó en absoluto el clima de sorpresa que se vivía en la sala. Con un escenario adornado con tules y una muy buena puesta de luces, la banda desarrolló un prolijo repertorio de bonitas canciones experimentales alimentadas por una variación poco convencional de instrumentos en fusión con bases secuenciadas y la suave voz de su cantante Paula Ferreyra.
Mientras se desarrollaba el espectáculo, las canciones eran adornadas con la participación de músicos invitados como Viti Alba (vientos) y Pachi Herrera (charango) de Inti Huayra, Jenny Náger (guitarra, voz, trombón vocal), Mariana Ochiuzzi (flauta traversa) y Lucía Rivarola (bajo, voz). En las butacas, un público silencioso y abierto a las sorpresas.
Con un agradable show de una hora y media, y diversas alteraciones musicales, climáticas y sensoriales, GEMA demostró que, en un género tan antiguo y ecléctico como la canción, la experimentación y la creatividad no tienen límites.
Podría decirse que GEMA arrastra, humildemente, una tradición cancionera ligada a la trova latinoamericana, y en algún punto a la “chanson” francesa, pero también a autores de canciones menos convencionales como Adrián Paoletti, Flopa o Ariel Minimal, sumando la intervención del factor electrónico como una pieza clave del repertorio que a muchos remitiría a Bjork. Esto le permite a GEMA pronunciarse como un nuevo proyecto de vanguardia, en lo que a canción se refiere.

El show comenzó con algunos minutos de retraso y algún inconveniente técnico que no perturbó en absoluto el clima de sorpresa que se vivía en la sala. Con un escenario adornado con tules y una muy buena puesta de luces, la banda desarrolló un prolijo repertorio de bonitas canciones experimentales alimentadas por una variación poco convencional de instrumentos en fusión con bases secuenciadas y la suave voz de su cantante Paula Ferreyra.

Con un agradable show de una hora y media, y diversas alteraciones musicales, climáticas y sensoriales, GEMA demostró que, en un género tan antiguo y ecléctico como la canción, la experimentación y la creatividad no tienen límites.
Crónica: Santiago Pfleiderer.
Fotos: Irupé Medina.
Publicado el jueves 28 de agosto de 2008 en el Blog "Martes Musicales", perteneciente al ciclo Ensayo de Orquesta del Cineclub Municipal Hugo del Carril.
Fotos: Irupé Medina.
Publicado el jueves 28 de agosto de 2008 en el Blog "Martes Musicales", perteneciente al ciclo Ensayo de Orquesta del Cineclub Municipal Hugo del Carril.
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