domingo, 10 de abril de 2016

JORGE GALIZIA / AL RESCATE DE LOS BUENOS SONIDOS

Por Santiago Pfleiderer, diario Alfil, martes 09-06-15
san.pflei@gmail.com
galizia2El fin de semana pasado los cordobeses tuvimos el lujo de ver en vivo en Cocina de Culturas a una de las bandas de rock más impresionantes de la Argentina: Gran Martell, la formación integrada por Jorge Araujo en batería (ex Divididos), Tito Fargo en guitarras (ex Sumo y Los Redondos) y por Gustavo Jamardo en bajo (ex Porco). La producción del show estuvo a cargo del músico local Esteban Kábalin que se jugó el todo por el todo en una apuesta que, según los agoreros, iba a pérdida ya que la banda venida de Buenos Aires resulta un grupo de culto. La cosa es que, contra esos pronósticos, el show fue un tremendo éxito a sala llena y con una puesta sonora que despeinó hasta al espectador más engominado. Como suele suceder en este tipo de eventos –vaya uno a saber por qué cosas del destino- terminamos algunos periodistas, gente de la organización y músicos amigos, caminando por la Cañada junto a los integrantes de Gran Martell buscando un bar donde saborear unas buenas maltas. La cosa es que terminamos –celebrando la elección- en la terraza de Chinaski Casa Bar, un lugar cálido y ameno para degustar buenos tragos y escuchar buena música a ese volumen que permite la charla. El espíritu del viejo Hank Chinaski –alter ego de Charles Bukowski- movió las fichas para que otras caigan.
En la mesa de esa improvisada pero lujosa juntada se encontraba otro músico local, Jorge Galizia, que ha acompañado en algunos proyectos recientes a Esteban Kábalin. Ahora, el juego de ideas hizo “click” cuando en ese bar, llamado como el alter ego de uno de los más grandes exponentes de la literatura de la Beat Generation, se encontraba este gran guitarrista autor de un álbum de rock progresivo titulado, casualmente, Alter Ego.
Jorge Galizia nació el 4 de enero de 1985 en la ciudad de Río Cuarto. Estudió Música en La Colmena y, por esas magias que ofrece la ciudad, lo conoció a Titi Rivarola de quien fue un curioso aprendiz y fiel compañero en lo artístico y en lo vinculado a la producción. Tal fue la química, la alquimia o la magia compartida que cuando a Titi le tocó irse de este mundo le legó la labor guitarrística de los temas de TORAX a Jorge Galizia, y él empuñó los mástiles y las cuerdas gloriosamente para que las composiciones de Titi Rivarola y TORAX no quedaran huérfanas luego de su partida.
Hace un par de años Jorge Galizia emprendió un proyecto que a cualquiera le puede parecer arriesgado, pero que el músico encaró con total seguridad, y es el de la producción de material de audio, grabación de discos, mezcla y mástering, y se colgó en la tarea de sesionar como multi-instrumentista en diversas producciones musicales. Su estudio, Plug It Records, ha sido uno de los lugares en Córdoba que más ha trabajado con producciones locales e independientes logrando un catálogo de discos excelentes. Bandas y artistas como Juan Freytes, Paradiso, Cronistas Club, Pink Wasted y TORX, entre muchas más, han pasado por la mano y el oído atento de Jorge Galizia, o “Galo”, como le dicen los amigos.
En el año 2009 comenzó la preproducción de su primer disco solista, que se extendió un año aproximadamente hasta tener la mayor parte del material escrito y grabado en maquetas. Siguieron algunos meses de ensayos para retocar partes, las formas de los temas, y de ahí al estudio para comenzar con la producción del disco.
Alter Ego es el primer disco solista de Galizia, y él decidió ponerse en el papel de productor. En la grabación participaron grandes músicos como Sebastián Teves en bajo, Pablo González en batería, Enrico Barbizi en piano y sintetizadores, y Jorge Galizia en Guitarras. Fue grabado y mezclado en Desdémona Estudio (Córdoba), y masterizado en Puro Mastering (Buenos Aires). Es una producción completamente independiente que contó con el apoyo del MuCC (Músicos Convocados de Córdoba) y por la UMI (Unión de Músicos Independientes). El arte estuvo a cargo de la artista plástica Machi Mise, y del diseño gráfico se encargó David Marín.
El álbum contiene diez temas con un poderío y con una fidelidad sonora pocas veces lograda hasta esos momentos en Córdoba. La idea central de Alter Ego es que es un disco pensado como un antihéroe de los guitarristas, arrancando de ahí la composición, la forma de los temas, el sonidos, las técnicas utilizadas; representa a un guitarrista que piensa como músico pero pensado, a la vez, como un disco no sólo para músicos. La búsqueda en la experimentación tímbrica y compositiva sobre cada canción. El disco tiene un hilo conductor que se expresa en textos que Galizia escribió para cada tema, más allá de que la música sea instrumental. Así, Galo logró plasmar en su primer disco no sólo la experiencia adquirida en un universo idóneo a la música, sino también vencer barreras y prejuicios a la hora de componer y de brindar todo a la escucha de su público.
Cuenta la anécdota que cuando Jorge Galizia estaba mostrando el audio de su flamante disco a los dueños del estudio MCL Records, en Buenos Aires, apareció Luis Alberto Spinetta y le dijo “¡waw, Jorge, sos un violero nuclear!”.
Sin más: si quieren Rock, escuchen Alter Ego.

GRAN MARTELL VIENE A CÓRDOBA / ESTADOS ALTERADOS

Por Santiago Pfleiderer, diario Alfil, martes 02-06-15
san.pflei@gmail.com
gran martell1
Foto gentileza: Santiago Díaz Vélez
Hay veces en las que la música nos da un revés: un mimo fuerte, en realidad, para que sepamos que no siempre está todo hecho, que no todo lo que escuchamos ya viene enlatado y hecho puré para que no tengamos que masticar ni pensar. Todo lo contrario. Por suerte, y generalmente desde los circuitos más subterráneos, suelen aparecer bandas que nos despeinan como un viento zonda en medio del desierto. Y ésa es la función de arte: alterar, ponernos en una confusa pero hermosa situación, cuestionar un poco lo que absorbemos diariamente. Y Gran Martell es una de esos grupos que, aunque parezca que están medio escondidos, marcan su presencia con una fuerza demoledora dispuestos a poner nuestros sentidos un poco más al límite.
Gran Martell nació en el año 2004 en Buenos Aires. Hay que pensar Buenos Aires como una ciudad que fue gestando semillas de enormes talentos reconocidos y admirados a nivel nacional y continental, y que si bien muchos de esos referentes eligieron dar pasos al costado en relación a la masividad, son figuras que siempre, de uno o de otro modo, han ido marcando el sendero y dejando muchas más semillas al costado del camino. Y estamos hablando de un grupo que supo erigirse en un momento de cambios en medio de tantas ruinas. Fue así que Tito Fargo, Jorge Araujo y Gustavo Jamardo le dieron vida a este trío sónico y estelar desde un lugar extraño y poco convencional, pero –a la vez- más cerca de las veredas y de la gente.
La banda editó tres discos: Gran Martell (2005), Dos Huecos (2008), y un disco doble titulado Un Volcán, la parte A del 2010 y la parte B del 2012, si bien este último puede considerarse un cuarto disco ya que la primera parte es más de tinte electroacústico y la segunda –lanzada con dos años de diferencia- recurre a un sonido más clásico y rockero.
Podemos decir que Gran Martell proviene de una tradición ligada al rock progresivo o experimental fundado en los años 60 y 70 por grupos como Pink Floyd, Led Zeppelin, Yes y King Crimson, y que el lugar que ocupan actualmente en el circuito de bandas argentinas junto a grupos como Pez, Ararat, Los Natas y Sur Oculto tiene que ver con una herencia de bandas como El Reloj, Pescado Rabioso, Orion’s Beethoven y otras del rock experimental argentino.
Tito Fargo (guitarras y sintetizadores) fue guitarrista de la primera época de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota en los discos Gulp! y Oktubre, además de haber tocado también en Sumo y de haber producido enorme cantidad de bandas en Argentina y en España donde también realizó proyectos musicales de diversos géneros. Jorge Araujo fue, durante nueve años, el baterista insignia del poderío del rock nacional en Divididos, la aplanadora del rock, grabando junto a la banda cuatro discos inmortales y llenando miles de recitales. Y Gustavo Jamardo hizo temblar las tablas de los escenarios porteños junto a Porco, una banda con aires de noise y hardcore que ya tiene su misticismo, y cuyo cantante era nada más y nada menos que Gabo Ferro.
Estos tres animales del rock van a estar pisando suelo cordobés por tercera vez en un show único y absolutamente recomendable para los amantes de las buenas sesiones instrumentales, de los buenos solos y de esas colgadas psicodélicas que nos remiten a las mejores épocas del rock, pero que a la vez no abandonan el formato de la canción. Gran Martell vendrá a Córdoba el próximo sábado 6 de junio y actuará en Cocina de Culturas (Julio A. Roca 491). El espectáculo comenzará a las 22 horas. Las entradas anticipadas salen 80 pesos y las pueden conseguir en Cocina de Culturas, y el día del show costarán 100 pesos.
La música nos brinda nuevamente una oportunidad para romper prejuicios y para disfrutar de un momento que durará para siempre, porque las buenas experiencias se llevan marcadas a fuego.

SOL MARTÍNEZ, ARTISTA PLÁSTICA: MURALES DE VIDA Y FUTURO

Por Santiago Pfleiderer, diario Alfil, martes 26-05-15
Periódico La Unión Regional (Sierras Chicas), mayo de 2015
San.pflei@gmail.com
sol2Sol Martínez nació en marzo de 1987, en Córdoba, y desde entonces vive en Villa Allende. En 2012 se recibió de licenciada en Pintura de la Facultad de Artes de la UNC. Incursionó en el diseño gráfico, la fotografía, la ambientación y diseño de espacios, y tiene una diplomatura en Gestión Cultural. La pasión por la pintura brotó a sus 13 años de la mano del artista Sebastián Silber, también de la Villa. Nunca más soltaría los pinceles. Sol se destaca por su enorme talento anclado en distintos tipos de producción que va desde los retratos hasta el muralismo. Charlamos con ella.
-¿Qué artistas cordobeses admirás y por qué?
-Son muchos los artistas que admiro de Córdoba, todo me alucina, sobre todo el arte que da vida y esperanza, y más que nada los que se dedican al dibujo y la pintura, y son capaces con esa obra de mover hasta la fibra más sensible de cualquier espectador: cuando ves su obra te das cuenta del poder que tiene una imagen. Te puedo nombrar algunos como mi profesor Sebastián Silber y su manejo de color y su filosofía acerca del mundo de la creación; el trabajo sublime de Cristina Macías; la producción de Marcos Acosta; pintoras como María Linzoain, Sol Halabi y Candelaria Silvestro; los paisajes de Rubén Menas (mi asesor de tesis); a Roger Mantegani quien tuve el placer de conocer hace poco y la producción inédita que está haciendo en Buenos Aires. De los grandes me gusta la obra de Raúl Díaz, de Ernesto Berra, de Antonio Seguí, los he visto trabajar ¡y no paran! Admiro profundamente a Carlos Alonso. Me fascina y me divierte el arte urbano, admiro al gigante de Elián que está llevando su obra por el mundo. Me gustan los paisajes digitales de Julia Romano, la obra de Gerardo Oberto, de Martin Ferreyra, de Jime Munino Elias, de Hora French. Dibujantes, grabadores, escultores, fotógrafos, arquitectos creo que hay mucha gente en Córdoba haciendo cosas admirables e inspiradoras.
-¿Cuál es para vos la función del arte?
-”El arte sana”, dice Eugenio Cuttica, otro enorme maestro argentino. El arte crea, cree, cuestiona; el arte muestra, inspira, registra. El arte conmueve.
-¿Qué corriente artística/estética te marcó a la hora de desarrollar tu obra?
-No sé si me marcó una corriente, creo que cada artista lo marca el tiempo en el que vive y lo que aprende y experimenta durante ese periodo. Sí me siento identificada con los pintores, sobretodo modernos; con el impresionismo, el surrealismo, el fauvismo y luego con el realismo mágico: El expresionismo abstracto, el simbolismo, y el neoexpresionismo; y más actual, me gusta la obra de artistas del movimiento Lowbrow o surrealismo pop, que sería como una conjunción de varios de los movimientos que nombre y extienden su obra pictórica, a la ilustración, la escultura, instalaciones. Hasta juguetes. No me gusta encasillarme.
-¿Se puede vivir siendo artista plástico o tenés que buscar otras formas para ganarte un mango?
-Depende cómo encares tu trabajo. Yo creo que sí se puede vivir del arte. Lo importante es estar abierto porque así dejas que todo fluya. Yo acepto pedidos en la medida que me ayuden a experimentar y descubrir, y a la vez me den libertad, me permitan manejar mis tiempos e ir desarrollando otros proyectos personales. Hoy en día surge un nuevo mecenazgo y tenemos que aprovecharlo.
-¿Qué te mueve a la hora de pintar? ¿Hay algo que te motive o que te perturbe?
-¡La vida me mueve! Cuando vivís tristezas muy profundas tenés dos opciones: mirás para adelante o te ahogas en un vaso de agua, yo elijo lo primero. Ahora que tomé las riendas de lo que hago, de lo que significa crear y de lo que se puede generar en otros, elijo dejarle algo positivo al mundo, que sume, que lo llene de vida, color, alegría, paz. Para perturbaciones ya hay muchas otras cosas. Matisse decía: “He decidido guardarme los tormentos e inquietudes para no expresar más que la belleza del mundo y la alegría de pintar”. Yo lo comparto.
-Sos de Villa Allende, ¿qué pensás acerca de las inundaciones de febrero?
-Las inundaciones fueron una catástrofe, algo que no puede volver a suceder. Por mi parte, lamento mucho por quienes perdieron todo y por la gente que no pudo sobrevivir. Me pongo en el lugar ajeno, pero entiendo que no es lo mismo si le pasa a uno. Fue movilizador ver cómo se solidarizó la gente, y eso reconforta en muchos sentidos.
Sol Martínez, junto a un colectivo de artistas plásticos lograron conseguir el apoyo de una pinturería que los sponsorea para hacer murales e intervenciones artísticas en lugares que hayan sido muy afectados por el agua: lugares públicos, escuelas, hogares. Quienes estén interesados se pueden contactar al mail solmartz@gmail.com.

MERY MURÚA GRABA EN VIVO SU TERCER DISCO: SAL

Cuando el latido de la tierra se convierte en canto

Por Santiago Pfleiderer, diario Alfil, martes 19-05-15
san.pflei@gmail.com
mery1Mery Murúa nació el 2 de diciembre de 1975 en la ciudad de Cruz del Eje, al norte de nuestra provincia. ”Soy casi riojana”, dice entre risas. Estudió en el Conservatorio de Música, y realizó un Postítulo en Educación Musical en la UNC. Ella es dueña de una de las voces más hermosas del folklore de Córdoba, y comparte su repertorio y sus interpretaciones de la mano del maestro Horacio Burgos (guitarra) en dos discos bellísimos: Mery Murúa (2010), y Acacias (2013), este último grabado íntegramente en el entorno natural de un montecito en Unquillo.
Mery alternó algunos años de su vida viviendo en España, y en el año 2012 se la pudo ver por la pantalla de la tele montada arriba de un viejo colectivo amarillo en ese documental al estilo de una road-movie titulado La 40 (dirigido por Pepe Tobal), una producción que reunió a artistas diversos durante 40 días recorriendo la Argentina de norte a sur en un viaje que duró 5300 kilómetros. Mery es una persona generosa y con un humor radiante, destila frases picarescas y una confianza que invita a conversar entre mates o en la mesa de un bar. Su música nos remite a los pies en contacto con la tierra, a los aromas del monte, a la madera.
Mery Murúa, el próximo miércoles 20 de mayo (mañana) grabará en vivo su tercer disco titulado Sal.
Sin dudas que la música viene inmersa en nuestras vidas, todos cargamos con la música al igual que con el lenguaje, esa necesidad genética de querer comunicarnos y de expresarnos a través del ritmo y de los sonidos. Uno se convierte en cantante cuando comienza a compartir su canto y hay una devolución, un oído atento, un aplauso, o simplemente el silencio.
Pareciera también que la tierra, el lugar donde uno nace, le aporta algo indeleble a la personalidad del artista, como si el destino estuviera marcado por los paisajes. En el caso de Mery Murúa las siestas y la sal del norte cordobés son, quizá, algunos aspectos preponderantes para la conformación de ese repertorio musical que se forja en el sol de la tarde, las horas largas y en el viento de las salinas. Mery, además, tiene un linaje vinculado a La Rioja, tierra de grandes luchadores como el Cacho Peñaloza y Facundo Quiroga, patria azul del carnaval chayero, de harina y albahaca. Cruz del Eje es el punto, la nervadura de un hermoso tejido de canciones.
La sal es una parte esencial de esa historia y de ese paisaje. La tradición familiar, esa que liga con sal los sabores místicos de la infancia, el cielo reflejado en el horizonte plateado, ese mineral sagrado que se usaba como moneda de pago en la antigüedad, la vida que brota en el realce de los gustos.
Mery Murúa recupera su propia historia y la plasma en un nuevo disco que será grabado en vivo junto a talentosísimos artistas. La acompañarán Rubén “el Mono” Izarrualde (flauta), Jerónimo Izarrualde (batería y percusión), José Gómez (bajo, contrabajo y voz), Franco Luciani (armónica) y su infaltable compañero de ruta desde hace diez años, el maestro Horacio Burgos (guitarra). El “Mono” Izarrualde fue flautista de entrañables proyectos como MPA junto a Peteco Carabajal y Jacinto Piedra, y también de la banda del Chango Farías Gómez, además de tocar en varios proyectos propios como MonoAsociados y Cuarto Elemento. La presencia del rosarino Franco Luciani sin dudas será un plus mágico de este encuentro. Además, participará la agrupación Alma Mora tiñendo la noche con sonidos ibéricos de tablados y flamenco.
Sal, el nuevo disco de Mery Murúa será grabado en vivo el miércoles 20 de mayo a las 21 horas en el clásico y mítico bar de la Estación Mitre (Bv. Perón 101). La capacidad de la sala es limitada. Las entradas cuestan 300 pesos y se consiguen en Punta y Hacha Remeras que Suenan (Belgrano 612, de 10 a 19 horas). Es importante saber que comprando la entrada también se estará comprando por anticipado el disco que saldrá en formato físico en octubre de este año.
Mery Murúa se arriesga, otra vez, a condimentar y sazonar las almas con la belleza y la frescura de su voz, regalándonos un repertorio de sabrosas canciones vinculadas a una historia de monte y sal. Porque los sabores perviven, al igual que la memoria, en el ritual de compartir el arte, que quema y alumbra como el fuego.

SOLEDAD CEBALLOS: LA VITALIDAD DEL ARTE EN MOVIMIENTO

Por Santiago Pfleiderer, diario Alfil, martes 12-05-15
Periódico La Unión Regional (Sierras Chicas), abril de 2015
san.pflei@gmail.com
sole ceballos2 (1)Soledad Ceballos tiene 32 años y nació un 1 de mayo en la ciudad de Córdoba, pero es habitante de la hermosa Villa Allende. Ella dice que estudió muchas carreras, empezadas y sin terminar. Cursó Comunicación Social en la UNC y Periodismo Deportivo en el Deportac. “Después vi que mi vida se iba para otro lado y empecé la carrera de Profesorado en Educación Musical, también en la UNC, y el Trayecto Artístico Profesional con especialidad en flauta traversa, en el Conservatorio Provincial”, declara.
Actualmente, Soledad forma parte de cuatro grupos musicales que, dice, la hacen inmensamente feliz: Acuyico Trío, que está en plena grabación del primer disco. Ella cuenta que el proyecto  nació con su hermano, Juan Ceballos, y Nano Onetti, con quienes llevan ya cuatro años de laburo y muchas experiencias compartidas. Ingamandinga es otro de sus proyectos. Éste nace por iniciativa del percusionista peruano Alejandro Bonilla, quién la convoca junto a Mario Burgos, Sofía Pera Lallana y Cristian de la Fuente para interpretar música afroperuana; “un enorme desafío para mí”. “Mi grupo más nuevito es La Garrotera CumbiaOrquesta, una banda de grandísimos amigos que teníamos ganas de juntarnos a tocar un rato y divertirnos haciendo música”. Y por último, Tateinquié (ex Va Como Piña), grupo de percusión y de improvisación por señas.
Además, Soledad Ceballos dirige tres coros en las Sierras Chicas: Juntos Por el Canto (Saldán), Convocarte (Mendiolaza) y Grupo Coral Camiares (Villa Allende). “Con este último, el año pasado pudimos cumplir nuestro gran sueño de viajar a Santiago de Cuba a participar de la Fiesta del Fuego, encuentro cultural del Caribe”, cuenta, y uno no puede más que admirar. También, desde hace tres años, junto a su hermano coordina los Ensambles musicales de Barrio Español y Polinesias, que nacen del proyecto de Centros de Integración Barrial de la Municipalidad de Villa Allende. Por último, y por fuera de su carrera musical, es Consejera del Consejo Municipal de Cultura de Villa Allende y forma parte de Oniria, Cooperativa de Artistas.
-¿Cómo surgió Oniria y cómo definirías a ese lugar?
-Oniria ha pasado por muchas etapas en sus pocos cinco añitos. Allá por el 2009, un grupo de chicos de la ciudad de Córdoba abren un tremendo centro cultural sobre la Avenida del Carmen. Los artistas de Villa Allende por fin teníamos un lugar de encuentro y un lugar adecuado para poder mostrar lo que hacíamos, ya que aún no estaba reabierta la Casa de la Cultura. Muchos nos involucramos tanto en el proyecto de Oniria que terminamos siendo parte. Dos años estuvimos en ese espacio con música en vivo, teatro, cineclub, muestras de arte y talleres culturales, pero los altísimos gastos de alquiler, impuestos e insumos, sumados a la persecución de la Municipalidad hicieron que finalmente tengamos que cerrar. Pero el proyecto era tan grande que decidimos continuarlo, como sea, y mudamos los talleres culturales a mi casa. Desde ahí, hasta hoy, nació otro Oniria. Actualmente, somos una cooperativa de artistas que brindamos talleres de música, plástica, danza y que organizamos uno que otro evento itinerante. Somos quince personas que creemos, por un lado, que se puede vivir de la música y que organizados es más fácil, y también creemos que toda revolución empieza por lo cultural y queremos aportar nuestro granito de arena.
-¿Qué es la música para vos? ¿Qué te impulsa a seguir tu carrera?
-La música es lo que hoy me hace respirar, caminar. Creo que la música, como todo arte, es transformador y que la cultura es la clave para cualquier cambio. Después de varios años de laburar con la música puedo ver los cambios en mí, en mis coreutas, en mis alumnos, en mis compañeros de banda. Eso me impulsa a seguir en esto y a convencer a muchos que se sumen a este camino.
-¿Cómo ves la movida cultural en Sierras Chicas?
-La movida cultura en Villa Allende y alrededores ha crecido muchísimo. Hace diez años atrás no teníamos ni a dónde ir a tomar algo y escuchar buena música. Hoy hay muchos espacios de encuentro y muchas actividades culturales. También hay más gente involucrada, organizada y convencida. La murga Cumbé de Mandinga, Radio Nexo, Consejo de Cultura, Museo de Villa Allende, Comisión de Carnaval, Clandestino Bar, Promotores de Salud, la Asa y Oniria son algunos de los grupos que están activos y hacen que la movida cultural de Villa Allende siga creciendo.
-Vivís en Villa Allende, ¿qué reflexión te merece el tema de las inundaciones de febrero?
-Creo que la falta de consciencia sobre la problemática ambiental por parte de los gobiernos -principalmente el provincial-, el desmonte, la desmedida urbanización fueron causales de esta “catástrofe natural”. Lo que esta tragedia me dejó es la tremenda solidaridad de la gente, que rápidamente salió a la calle a dar una mano. Me hubiera gustado que toda esa ayuda sea más anónima, ver menos remeritas y fotos en el Facebook, pero bueno, soy demasiado utópica.

EZEQUIEL PLANTÉ Y SU NUEVO LIBRO: INFINITUDES

CUANDO LA POESÍA REGULA EL RITMO CÓSMICO
Por Santiago Pfleiderer, diario Alfil, martes 05-05-15
Periódico La Unión Regional (Sierras Chicas), marzo de 2015san.pflei@gmail.com
EZE PLANTE1La cita era en Río Ceballos, pocos tiempo después de las terribles inundaciones. Llego. La gente resulta amable. Los mates se funden en charlas amigables para mitigar la espera. Ezequiel Planté –músico, flautista, guitarrista, cantante y escritor de las Sierras Chicas- presentaba su nuevo libro titulado Infinitudes, un poemario hermoso e inquietante que no hace más que plantearse búsquedas universales, inherentes a cada partícula de los seres. Nada más y nada menos. “Intento vivir desde la intensidad cósmica. ¿Será por eso el escribir?”, dice el autor. La poesía nos deja, otra vez, perplejos.
La sala donde se realizará el evento –La Beba Teatro- es chiquita pero muy confortable. De a poco las gradas y las sillas se ocupan por completo y los trabajadores de la sala deben poner más sillas. La charla se disipa, las luces se enfocan y comienza el ritual.
Las voces femeninas, en ese contexto, suenan como el cantar de diosas más allá del bosque, como un encanto, como un aroma que nos atrae a pesar del follaje y de la luz colada por entre las hojas de árboles que respiran en medio de la espesura.
Ezequiel se presenta contento pero no deja esconder su nerviosismo, a pesar de que el público ya es algo normal para él. Un libro es el nacimiento de un nuevo. Desde la presentación ya se le está marcando el designio.
Las lecturas de la obra se mezclan con flautas traversas, títeres, las hermosas canciones del Dúo Cadencia, el vino y el copetín. Ezequiel, además de ser un poeta desgarrador de la belleza natural, es un músico talentosísimo: tremendo percusionista y flautista. Él mismo musicaliza, teatraliza y le da vida al éter de sus palabras.
Infinitudes, el nuevo libro de Ezequiel Planté, está editado –otro guiño mágico del destino- nada más y nada menos que por Narvaja Editor. Gonzalo Vaca Narvaja es sinónimo de calidad literaria y de compromiso, tal como lo es la obra de Planté.
El libro está compuesto por un prólogo de Juan Matías de la Cámara Beovide y tiene ilustraciones de Matías Balverdi. Infinitudes consta de tres partes: Nervadura Cero, Nervadura Cuatro y Nervadura Fincomienzo. En toda la obra se nos presenta la vida, la muerte, el cosmos, la noche, la tierra, la energía, en fin, la poesía. Las Infinitudes son chispas desparramadas en lo más cotidiano del universo, ínfimos y eternos átomos de luz que se mueven creando el universo real y el poético. Así, el poema se convierte en un tejido, en fractales que se multiplican dando y generando sentido y vida a cada parte de nuestra historia, de nuestros paisajes, de nuestro quehacer doméstico.
Pero no todo es tan metafísico en la obra de Ezequiel Planté. Hay coherencia, hay lucha, hay un hilo conductor entre sus palabras tejidas al vacío y lo que uno puede ver en la representación activa de Ezequiel en su mundo. La poesía es una mujer valiente, aventurera y comprometida, militante y aguerrida, curiosa y preguntona que no se cansa ni de día ni de noche, un ritual convidado de la palabra con lenguas, labios y dientes dispuestos a dar la vida entre sorbos de café, cigarrillos o el trago tinto embriagador de las penas. Una guerra de guerrillas, de ideas convincentes y vacilantes, un manto nocturno de bellezas sólo comparables al olor del sexo, esa pradera perdida que espera ser explorada. La poesía es eso: un diálogo constante entre las luchas ideológicas por la belleza que nos contorsionan el espíritu y la mente. La poesía no es una chalina tejida por los dioses, tampoco es un organismo vivo dispuesto a ser analizado para comprender el pasado y el futuro de las categorías problemáticas de la literatura. La poesía es un arma, una herramienta de lucha, un cargamento de buenas intenciones con el cual tirar fogonazos que pueden verse reflejados en muchas y distintas realidades. Un espejo invertido, una flecha de tinta, un tatuaje, es algo de lo que no se vuelve.
Infinitudes viene, además, con un CD donde la poesía se transforma en voces y en música. Participan en él el mismo Ezequiel en flautas junto a Facundo Bonel, Patrizia Quaglia en el cuatro, Lilah Ríos, Julieta Barrantes y Eze Planté en recitados, más el sonido ambiente de las sierras. El disco fue concebido en Agua de Oro y el libro en Río Ceballos.
La poesía no descansa.

LA PATA DE LA TUERTA PRESENTÓ SU PRIMER... ¡LIBRO!

Santiago Pfleiderer, diario Alfil, martes 28-04-15
san.pflei@gmail.com
la pata1Resulta raro en una ciudad como Córdoba acostumbrarnos a algunas cosas. A que un grupo de música dure tanto tiempo, por ejemplo. Son más bien pocas las bandas que alcanzan los diez años de existencia, y ya superar esa cifra es todo un logro merecido de aguante, insistencia y resistencia. Quizá una de las bandas actuales más longevas del rock cordobés sea Armando Flores, y hay sólo menos de una decena que se les acerca en edad. Una de esas bandas es La Pata de la Tuerta, un menjunje musical delirante, bello, seductor, divertido y transgresor. ¿Cómo hace una banda de Córdoba para durar catorce años y seguir siendo el emblema de ruptura, fiesta y vanguardia en materia de shows, sonido, discos y estética? Una agrupación conformada por doce músicos que funden elementos del punk, del cuarteto, del bolero y de la cumbia con instrumentos de viento, acordeón, teclas, percusión, guitarras, bajo y batería.
La Pata de la Tuerta es hija directa del neoliberalismo. Esta banda nació en Córdoba en el año 2001, en el clímax de la crisis más intensa que hayamos soportado los argentinos. En medio de un profundo desempleo, bonos, monedas devaluadas, universidades aranceladas, servicios privatizados e industrias saqueadas, el arte siempre bue un búnker para refugiarse y generar debates, alternativas y propuestas que siempre llevan a la alegría sanadora de las penurias. Así nació La Pata, un grupo que desde el vamos rompió con las tradicionales barreras entre el público y el escenario ocupando los espacios públicos ritualizando la igualdad, al igual que en los míticos carnavales, proponiendo un espacio de catarsis colectiva a través de la música y la danza, del baile como lenguaje corporal primitivo para expulsar los malos demonios acumulados.
Otra cosa que resulta extraña es que, luego de catorce años y de siete discos editados independientemente, La Pata tenga su primer libro. Juan Carlos Rogna es escritor, bailarín de biodanza, ex-abogado y es el autor de una reciente publicación que recrea con sencillez, datos duros, historias y anécdotas el largo camino de una de las bandas más paradigmáticas de La Docta. La Pata de la Tuerta, un Carnaval de Ida y Vuelta es un material que todo aquél amante y conocedor de la música de su ciudad debe tener. La obra fue presentada el pasado viernes 24 de abril en el Auditorio Néstor Kirchner, de Radio Nacional Córdoba, y tuvo entre sus oradores al autor, al hijo del autor (Ezequiel Rogna, prologuista del libro y percusionista de la banda), a miembros de La Pata, a los periodistas Gonzalo Puig y César Martín Pucheta, y a Cecilia Pacella, editora del libro por el sello La Sofía Cartonera.
Vale aclarar que la presentación de este libro y sus actores no fue algo al azar. Tanto Gonzalo Puig y Martín Pucheta –periodistas y productores de Radio Nacional, los SRT y medios gráficos- son conocedores del paño musical local. En el año 2012 editaron Bienvenidos al Show, un libro que retrata la enorme actividad cultural en Córdoba, y ellos tienen una visión y una opinión formada en base a la necesidad de que haya cada vez más registros del gran crecimiento que vivimos hoy en materia de cultura.
Cecilia Pacella es la responsable de La Sofía Cartonera. La editorial nació en el año 2003, casi junto a La Pata de la Tuerta, en una época donde aún la crisis golpeaba el pecho con amargura y había que rebuscárselas para sobrevivir. Así surgió, en el seno de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC este sello editorial que fabrica libros de manera artesanal con cartones reciclados junto al trabajo de cartoneros, estudiantes, profesores y egresados de la Universidad. Luego de tener un catálogo importante de obras poéticas, La Sofía Cartonera abre ahora una nueva colección dedicada a divulgar crítica musical, algo de lo que debemos estar orgullosos porque “el lujo es vulgaridad”, ya lo dijo el Indio.
El libro cuenta con 18 capítulos que se leen vorazmente, su lectura es amena y divertida ya que uno puede reconocerse en más de una página viajando por las historias y los sonidos de una banda que ha sobrevivido calles y noches, galpones y plazas contagiando un ritual de alegrías. Además, el libro sale 25 pesos y con la compra uno ayuda a generar más trabajo a los recolectores de cartón para su elaboración.
La Pata de la Tuerta, un Carnaval de Ida y Vuelta es el reflejo de una sociedad atravesada por una historia reciente pero intensa donde el espíritu igualador del carnaval nos convoca para desnudarnos de miedos y de prejuicios, y que nos demos cuenta de que sólo el amor puede sostener.

MARIANO CLAVIJO / ETERNIZANDO EL RITUAL DE LA BELLEZA

Por Santiago Pfleiderer, diario Alfil, 21-04-15
san.pflei@gmail.com
CLAVIJO1La belleza no siempre se percibe de la misma forma. No siempre podemos alcanzar, vislumbrar lo bello desde un estado anímico y emocional ideal, desde un lugar de placer y comodidad absoluta. Muchas veces la belleza el fruto de una búsqueda permanente, de experiencias, de dolores, de caminos recorridos y, sobre todo, casi siempre se la encuentra en las ganas y en el deseo de encontrar luces en medio de la noche tormentosa. Quizá sea este el caso de Desandolvido, el nuevo disco de Mariano Clavijo.
Según palabras del autor, Desandolvido es “la evocación intencional de lo bello, a contramano de cualquier tipo de amnesia. Se lo considera también una declaración en favor de las celebraciones pasadas, los amores presentes y la alegría futura”. Hace muy poquito nos dejó el escritor uruguayo Eduardo Galeano, y esta definición nos puede traer a colación esa significación del “sentipensante”, este ser cuasi utópico y real que no puede desprender la razón del sentir, que no puede separar la cabeza de todas las sensaciones y sentimientos que nos habitan. Desandolvido es un término que provoca felicidad en su definición, porque nos da la pauta de que hay muchos más seres sensibles y creativos de lo que imaginamos, y en este sentido se me vienen a la cabeza situaciones vivenciadas con autores que uno ama y admira, estos hombres y mujeres que nos han marcado la vida con la sencillez y la ternura de sus experiencias compartidas. Sin dudas, Mariano Clavijo es un heredero sentimental de los grandes próceres de nuestra cultura.
Mariano Clavijo ha editado en el año 2014 su segundo material discográfico, luego de cuatro años con respecto a su primer álbum. En este nuevo derrotero por las músicas de nuestra tierra, Clavijo se deja ver como un heredero de la Córdoba de antaño, de los callejones, los patios de tierra, los balcones iluminados y el tintinear de los vasos de vino emergiendo desde las profundidades de algún bodegón. Es imposible no pensar en la bohemia y en las culturas subterráneas de la resistencia que ha pervivido durante tantos años en las grandes ciudades que crecen y cambian, donde todo va tan rápido que marea. El cantor recupera una memoria tradicional con sumos aires de lindura, nostalgia y respeto. En el Río de la Plata la resistencia de la bohemia eran las milongas, la poesía casi blusera del tango, al igual que la murga y el candombe en las riveras de la hermanita oriental. En Córdoba, los valsecitos y el paso doble se fundían con los sonidos más primitivos del folklore, ese sonido viejo a madera y tierra. Qué lindo imaginarse la Cañada en los márgenes del antiguo barrio Güemes, los guardapolvos del Clínicas, la guitarra del Chango Rodríguez y los milicos yendo a lo de las Ponce.
Desandolvido es como un mandala, un juego mágico para invocar el “abracadabra” de los recuerdos desde las vivencias de una ciudad que serpentea a la orilla de un río sucio.
En este nuevo disco de Mariano Clavijo participan grandes valores de la música folklórica joven como el catamarqueño Diego Marioni, Juan Iñaki, Leandro Alem, Mario Díaz, Marco Cordero, Pablo Jaurena, Franco Ceballos y otros grandes músicos de la escena local. El disco fue grabado, mezclado y masterizado en Icanus Estudio, de Río Ceballos, entre enero de 2013 y septiembre de 2014. El técnico de grabación fue Fernando Filip, y el arte fue diseñado por Dolores Ardiles. Toda la producción artística y ejecutiva estuvo a cargo de Mariano Clavijo.
El álbum, como la gran mayoría de los que se produce en Córdoba, fue editado por la UMI (Unión de Músicos Independientes). Un dato a tener en cuenta es que este nuevo material discográfico de Clavijo contó con el visto bueno del Programa de Apoyo a la Edición Musical de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Córdoba, algo muy necesario para ayudar a nuestros artistas a llevar a cabo sus proyectos.
Desandolvido contiene trece hermosos temas que varían entre vidalas, zambas, candombes, huaynos, tangos, chacareras, milongas, valses y canciones; todo un muestrario de la amplia variedad musical que reúne nuestra tierra anclada en el cono sur del continente americano.
Mariano Clavijo nos ofrece un disco hermoso para compartir entre lecturas, mates, charlas, abrazos y brasas encendidas. Porque la mejor forma de rendir homenaje a la tierra y a su historia, es replicando los rituales.

ANA ROBLES TRÍO / CUANDO LA MÚSICA SE CONFUNDE CON EL HORIZONTE

Por Santiago Pfleiderer, diario Alfil, martes 14-04-15
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ANA ROBLESLa música, muchas veces, se comporta un boleto, como un ticket para emprender los viajes más hermosos que hemos planeado. Claro, el silencio, la noche, un buen vino o una buena compañía pueden mejorarlo todo. Pero también la música se recarga de sensaciones cuando, inesperadamente, se activa el chip de los recuerdos. Y no es casualidad que los pueblos del norte argentino tengan una sensibilidad tan desarrollada para mantener viva la llama de la memoria a través de su canto. Miles de cantores y de poetas nos han hecho conocer pagos lejanos mediante la nostálgica evocación de los recuerdos: un patio de tierra, veredas, siestas, plazas, las voces y los aromas que nos remontan a los orígenes, los bombos y las guitarras. Y es en ese trajinar de la mente donde la noche y las chispas del fuego se funden con ciudades vertiginosas y los sonidos del presente. Es por eso que Pedacitos de Sol, el nuevo disco de Ana Robles, nos remite a una historia enraizada a la tierra pero con la vista plena y aguda de un ahora que nos promete todo por descubrir. Al igual que Ramiro González, Natalia Barrionuevo, Emiliano Zerbini y otros jóvenes referentes de la música tradicional en La Rioja, Ana Robles nos ofrece canciones con una fuerte marca telúrica signadas, seguramente, por largas chayas de harina y albahaca. Pero su formación se entremezcló con la música clásica y el panorama se vio de otra forma. Ana, junto al piano, su fiel compañero, ganó varios premios en su adolescencia y formó parte de la Orquesta de Música Popular de La Rioja dirigida por el maestro Ramón Navarro (h) y Luis Chazarreta. A mediados de los años 90 armó su primera banda llamada Huayra Hua, y un par de años más tarde fue becada para ir a estudiar Jazz, Improvisación y Producción Musical en la Escuela de Música de Buenos Aires. En la ciudad de la furia, la pianista y cantante riojana pudo participar activamente de distintos proyectos de artistas como Rodolfo Alchurrón Sexteto, Fabiana Cantilo, Palo Pandolfo y otros.
En el año 2001 Ana Robles emprendió su viaje al Reino Unido para perfeccionarse y seguir creciendo profesionalmente. En la neblinosa ciudad de Londres grabó su primer disco, Los Duendes del Agua, con canciones folklóricas propias; también grabó los discos Walk in The Sun, Collected Dreams y The Juicer junto al saxofonista inglés Nick Hornes. En el 2006 regresó a la Argentina y, luego de vivir un tiempo en Buenos Aires, se reintegró al hermoso paisaje riojano. En las tierras del Chacho Peñaloza y de Facundo Quiroga, Ana Robles dirige A Tierra, un multiespacio que contiene un estudio de grabación, escuela de música, bar, galería de arte y un espacio para conciertos.
La tigresa de los llanos viene a Córdoba a presentarnos los temas de su segundo disco solista titulado Pedacitos de Sol, un material recomendado para el disfrute en momentos de tranquilidad. Claramente Ana Robles rompe sin prejuicios las estructuras del folklore para llevar la canción a nuevos horizontes que tengan más que ver con el jazz y el pop, pero sin dejar de lado la tierra rojiza, los parrales, los olivos y el vientito del Famatina. La artista logra una síntesis que, lejos de encerrarse, permite una apertura que en lo musical da lugar al vuelo de la intimidad y la memoria. Particularmente, el disco trae algunas reminiscencias a fraseos de Natalia Lafourcade, y genera climas similares a los de Un Vaso de Agua, el hermoso disco de Candelaria Zamar que presentó el año pasado en nuestra ciudad.
Pedacitos de Sol fue grabado en A Tierra –La Rioja- por Nick Hornes y Ana Robles, y fue masterizado por Gustavo Furcade en Step Ahead (Bs As). En el disco Ana Robles está acompañada por Javier González (percusión), Monchi Navarro (guitarra y bajo fretless), Guillermo Pereyra (cello), Nick Hornes (vientos) y el maestro Horacio Burgos (guitarra).
Ana Robles presentó en Córdoba, el pasado 11 de abril, Pedacitos de Sol, su segundo disco solista, en Cocina de Culturas con la participación especial de Mery Murúa, Horacio Burgos y el cuarteto de cuerdas Magnolia.

QUÉ BIEN QUE TE QUEDA / CUANDO EL ROCK CALZA A LA PERFECCIÓN

Por Santiago Pfleiderer, diario Alfil, martes 07-04-15
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QBQTQBANDAHay veces en que la vida da revanchas, oportunidades. La opción de dar el siguiente paso muchas veces está frente a nosotros pero no siempre podemos verla. Cuando se toma la decisión de avanzar, a pesar de todo, ese sólo gesto ya alcanza para lograr un cometido. Y es que los deseos, casi siempre, se ligan a un estado se superación emocional, afectiva, profesional, etcétera. Tal es el caso 11:22:33, el nuevo disco de Que Bien Que Te Queda, un álbum que tiene brillo, color e intensidad plena y vital más allá de ciertas adversidades.
QBQTQ es una banda de rock cordobés que nació allá por el año 2007, y desde entonces la cinética de este grupo no ha parado de moverse y de girar por todos los escenarios que se le pusieran enfrente. Sin dudas que el sonido abrasador de este trío tiene que ver con años y años de trabajo, giras, grabaciones y todos esos pasos que es necesario dar para lograr un status de profesionalismo e independencia en el circuito del rock, ya no sólo cordobés.
La banda está conformada por Cristian Triana (guitarra y sintetizador), Joaquín Ávila (batería) y Matías Alessio (voz y guitarras rítmicas). Anteriormente integraron la formación músicos como, por ejemplo, Agustín Díaz (bajo), Juan Cruz González (batería), Lucas Rinaudo (guitarra), Nicolás Auad (bajo) y Rodrigo Pérez (guitarra).
Desde los inicios, QBQTQ ha grabados tres EP y un larga duración titulado Bella Época (2010). Al poco tiempo fueron convocados a participar del disco Proyecto Destape, producido por Maya Estudio, radio Gamba y el sello Mocena; este álbum es un compilado de versiones libres del rock nacional que repasa un repertorio de canciones de los años 80 y 90. Junto a esto, fueron consagrados en el concurso de bandas del Pepsi Music 2012 siendo finalistas entre más de ochocientas bandas de toda la Argentina.
En el año 2014 el grupo editó su segundo material discográfico titulado 11:22:33, esta vez bajo el sello Mocena. El material fue grabado entre agosto de 2013 y abril de 2014 en Maya Estudio con la producción artística de Julián Gómez –un ex Los Brujos y Juana La Loca-. El disco cuenta con la participación de Gabriel Cabrera y Diego Panich (bajos), Jorge Galizia (guitarra), y Federico Guevara, Emanuel Benavídez y Julián Gómez (coros). Los temas fueron mezclados y masterizados por Luis Primo y Gabriel Cabrera, y el diseño gráfico y la fotografía estuvieron a cargo de Mile Barbeito y Richi Cortéz.
11:22:33, el nuevo disco de QBQTQ es un terremoto sonoro que nos sacude con arrebatos rítmicos imparables, quizá rastrillados del punk californiano en bandas como The Offspring o Blink 182. Pero también hay una clara intención de modernizar el género de la canción con letras que bucean en una profunda búsqueda poética. La banda coquetea con el pop, la new wave, el grunge y el post punk, logrando una identidad bien marcada en composiciones duras con altos decibeles de distorsión, pero también con arreglos electrónicos que impulsan a bailar a aquellos con poco lubricante en sus articulaciones.
QBQTQ nos ofrece un disco de rock con todo lo que implica 60 años de buenas influencias. 11:22:33 nos sugiere una secuencia múltiple, una seguidilla de buenas canciones.

LA REVISTA HABLAR DE POESÍA LANZA EL NÚMERO 30

LA POESÍA RESISTE EN EL DIÁLOGO
Por Santiago Pfleiderer, diario Alfil, martes 31-03-15 
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HP30Hay cosas de las que casi no se habla. Tabúes, cosas viejas y olvidadas, aquellas que nos dan miedo y no las pronunciamos por temor a invocarlas, cosas que no nos interesan, o cosas de las que no hablamos porque –sencillamente- no las comprendemos. Sin embargo, siempre es positivo pensar en que podemos llegar a hablar de ciertos temas, quizá por curiosidad, hasta lograr el interés necesario para que esas cuestiones lleguen a ocupar lugares a arriba de las mesas de nuestros hogares, en los bares, los sillones y los bancos de las plazas. Hablar a lengua viva, hablar a chorros, hablar la digestión, hablar el sueño, hablar ante las puertas y los puertos, hablar de amabilidad y de amarillo… Podemos jugar un poco parafraseando a Oliverio Girondo para incitar a la charlar aventurera y comprometida, militante y aguerrida, curiosa y preguntona; una charla que no se cansa ni de día ni de noche, un ritual convidado de la palabra con lenguas, labios y dientes dispuestos a dar la vida entre sorbos de café, cigarrillos o el trago tinto embriagador de las penas. Una guerra de guerrillas, de ideas convincentes y vacilantes, un manto nocturno de bellezas sólo comparables al olor del sexo, esa pradera perdida que espera ser explorada. La poesía es eso: un diálogo constante entre las luchas ideológicas por la belleza que nos contorsionan el espíritu y la mente.
Apenas pasados los años dos mil, quien suscribe era un tímido estudiante de Letras Modernas. En el vértigo del aprendizaje, de las crisis institucionales, y en la búsqueda de una epifanía que permitiera a la juventud de la época pensar en un futuro de ni miseria ni de autismo intelectual, algunos intrépidos nos acercamos a la poesía, no con el mero fin de alcanzar un goce estético trepados a la famosa torre de marfil, y tampoco para analizar su etiología más primigenia en fríos laboratorios estériles llenos de gafas y vigores tapados con barbijos mientras algunos ven cómo la poesía se mueve bajo la lupa distante de los microscopios. La poesía no es una chalina tejida por los dioses, tampoco es un organismo vivo dispuesto a ser analizado para comprender el pasado y el futuro de las categorías problemáticas de la literatura. La poesía es un arma, una herramienta de lucha, un cargamento de buenas intenciones con el cual tirar fogonazos que pueden verse reflejados en muchas y distintas realidades. Un espejo invertido, una flecha de tinta, un tatuaje, es algo de lo que no se vuelve.
Entonces, por esos años, pegado como un axolotl a la vidriera de Rubén Libros pude observar con curiosidad un libro que en realidad era una revista: Hablar de Poesía 15, año VIII, junio 2006, editorial Nuevohacer. Bueno, no había nada más que hacer.
La revista tuvo su primera aparición en junio de 1999 por iniciativa del escritor Luis Tedesco, quien a su vez era gerente de la editorial Nuevohacer / Grupo Editorial Latinoamericano. Desde el primer número y hasta el día de hoy, la dirección de la revista estuvo a cargo del escritor, ensayista y traductor Ricardo Herrera, quien se ha puesto sobre los hombros la dura tarea de mantener durante tantos años una publicación semestral de excelentísima calidad editorial, poética y académica. Pero sobretodo, Herrera se ha autoencomendado la invaluable misión de mantener la charla y la discusión poética en vigencia a través de una revista que no sólo recopila reseñas, ensayos y poemas, sino que los hace dialogar permanentemente con diversas vertientes estéticas, ideológicas, dando espacio a tremendos autores e intelectuales locales, nacionales e internacionales, valorando el presente con perspectivas hacia un futuro que promete más y mejores conversaciones poéticas, porque el arte de nada sirve si no se lo toma como una actitud política.
En las páginas de Hablar de Poesía uno puede encontrar textos de Leandro Calle, Silvio Mattoni, Susana Romano, Osvaldo Bossi, Elisa Calabrese, Beatriz Galli, Arturo Carrera, Irene Weiss, William Blacke, Rilke, Santiago Kovadloff, y cientos más.
A partir del número 17 (noviembre del 2007), la revista pasó a la órbita de Alción, bajo la dirección editorial de Juan Maldonado. Alción es la editorial cordobesa con más libros editados y –del interior- una de las que mayor llegada tiene al mercado rioplatense.
Hablar de Poesía es una de las revistas especializadas más importantes del país y -con quince años de trayectoria- su director, Ricardo Herrera, y su editor, Juan Maldonado, nos invitan a la presentación del número 30 –edición especial- para celebrar la charla y el diálogo poético. El evento será el próximo miércoles 1 de abril a las 19 h en el Centro Cultural Casa de Pepino (Fructuoso Rivera esquina Belgrano), en el corazón del mítico barrio Güemes. La velada contará con la participación de Juan Maldonado, de Alción Editora, y con la presencia de talentosos y reconocidos poetas y teóricos del espectro literario como, por ejemplo, María del Carmen Marengo, Eugenia Cabral y Pablo Anadón. También estará Bernardo Schiavetta, uno de los poetas cordobeses más implacables y apasionantes desde el punto de vista “técnico” como desde lo lúdico. Vivió durante muchos años en Francia, y hoy reside en las serranías del valle de Punilla. En esta edición de la revista se presenta una breve antología de su obra poética donde los lectores podrán apreciar la agudeza literaria de este gran teórico y alquimista de la palabra. Y, por supuesto, de tantos otros que nos honran con su penelopeano trabajo escrituriento.
Abrir las canillas, las compuertas de la poesía. Empaparnos el alma, la camiseta. Inundar las veredas y los paseos, y salvarnos, a nado, del diálogo poético.

VMP PRESENTA "CARTOGRAFÍAS" / SIN RUMBO POR LOS MAPAS DE LA MÚSICA

Por Santiago Pfleiderer, diario Alfil, martes 17-03-15

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VIAJE3El Rock nació para destornillar cabezas. Desde finales de la década del 50, este ritmo loco y descontracturado apareció y se quedó para volver locas a las personas. Desde Elvis, pasando por Bob Dylan, The Doors, The Beatles, los Rolling Stones, Janis Joplin y Led Zeppelin, esta ecléctica bola sonora conocida como rock estuvo vinculada a experiencias nuevas –y no sólo musicales- de la mano de la necesidad de la juventud de explorar nuevas sensaciones que tuvieran que ver con la liberación del espíritu, con la expansión sensorial del cuerpo y de la mente, y romper con viejas ataduras morales y crear un tipo de relación más pura entre las personas. Así surgieron grandes expresiones artísticas, literarias y musicales que comenzaron a desarrollar una búsqueda estética, discursiva y política desde la experiencia y la experimentación desde lo sexual hasta el uso de drogas blandas y duras para alterar el subconsciente. La gran influencia de los poetas malditos como, por ejemplo, William Blake, Arthur Rimbaud y Charles Baudelaire dieron inicio a un derrotero imaginario extenso por el cual había que atravesar para alcanzar una sabiduría en los márgenes de la educación clásica occidental. “Si se purificaran las puertas de la percepción, todas las cosas resultarían infinitas para el hombre”, dice Blake en su libro Matrimonio entre el Cielo y el Infierno.
Pero el Rock no es sólo un tipo de música. Es Cultura. Desde la socio-crítica, podría decirse que la Cultura Rock es una forma de pensar y de actuar en el marco de ciertas normas, ideas e ideologías. La Cultura Rock es una forma de vida. Desde que un grupo de jóvenes intelectuales y escritores, en los Estados Unidos, comenzaron a criticar el modelo de vida burgués basado en convenciones sociales antiguas y retrógradas, vivenciado por una falsa felicidad impuesta por el consumismo. Es así que los relatos y poemas que identificaron a toda una juventud deseosa de desligarse de las herencias éticas y morales de sus padres comenzó a tomar forma en un nuevo género musical llamado Rock & Roll. Influenciada en gran parte por obras literarias iniciáticas como On The Road, de Jack Kerouac, y por las obras de otros escritores de la Beat Generation como Allen Ginsberg y William Burroughs, la juventud vio la necesidad de rebelarse y marchar en contra de un sistema gastado y con valores falsos viendo cómo se desmoronaba el famoso “sueño americano” construido por sus padres y abuelos. Así el Rock –de la mano de los jóvenes poetas- nace como una reacción contra las generaciones mayores y contra la vieja y maniquea moral de la burguesía tradicional.
En 1967 los Beatles publicaron en Inglaterra el Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, el álbum que revolucionó el sonido de la época y que –quizá- es el más experimental y lisérgico de la banda de Liverpool. En ese mismo año, Jimi Hendrix junto a Noel Redding (bajo) y Mitch Mitchell (batería) publicaron Are You Experienced?, un disco brutal lleno de sonidos estridentes, duros, y con la propuesta de un viaje alocado usando la experimentación como boleto de ida. Con la Jimi Hendrix Experience se inauguró una carrera desenfrenada de bandas y de discos en los cuales el motor de lo experimental y del altísimo nivel musical no permitió bajar los cánones hasta la irrupción de punk.
Grupos como Procol Harum, Yes, King Crimson, Pink Floyd, Focus, Cressida, Colosseum II y muchas más crearon el sonido de ese espectro del rock que incluye el rock sinfónico, el rock progresivo y el rock psicodélico, dando lugar a un sin fin de propuestas que vinculan al rock con miles de aires del folk, con el blues, con el jazz y con diversas músicas étnicas.
Esa amalgama delirante del rock mezclada con todo tipo de tendencias musicales del mundo derivó en definiciones poco claras en ese afán de etiquetar todo lo que nos rodea: fusión, world music, y otras. El hecho es que una tradición del rock fusionada con el jazz, que –podríamos decir- viene de grupos como Emerson, Lake & Palmer hasta llegar a los locales Sur Oculto, dan pie para la creación de nuevos tríos de fusión o de jazz rock como es esta revelación que nunca deja de sorprendernos: Viaje a un Minúsculo Planeta, este joven grupo cordobés que nació en diciembre del año 2010 y que el próximo jueves 19 de marzo presentará su segundo material discográfico titulado Cartografías.
Viaje a un Minúsculo Planeta (VMP) está conformado por jóvenes y talentosísimos músicos aggiornados en la ciudad de Córdoba. Julián Barbieri (piano eléctrico), Santiago Viale (bajo) y Simón Beaulieu (batería), luego de deslumbrarnos con su primer disco homónimo editado en el año 2013, ahora nos ofrecen otro disco exquisito donde podemos paladear sonoridades tan finas y trabajadas que el viaje propuesto no sería uno solo. Si hablamos de rock, hablamos de experimentación, y si hablamos de experimentación, hablamos de VMP, un trío de esos que deja boquiabiertos hasta al espectador más pernicioso.
Cartografías fue lanzado a finales del año 2014, pero ahora el grupo nos brinda una segunda oportunidad para conocer y disfrutar de uno de los mejores discos que se hayan editado en Córdoba en los últimos tiempos. El álbum cuenta con la participación de músicos invitados como Pablo Farías de la Torre en fagot, Agustín Ávila en clarinete, Ilona Gálvez en flauta y Ailín Jobani en oboe. El material fue grabado, mezclado y masterizado en Desdémona Estudios entre julio y agosto de 2014 en la ciudad de Córdoba. Los técnicos fueron Martín y Sebastián Bergallo. El arte fue realizado por Guillermo Gallo y el diseño gráfico estuvo a cargo de Melisa Sargiotti.
El grupo vuelve a presentar su segundo material discográfico el próximo jueves 19 de marzo a las 21:30 hs. en el Cocina de Culturas (Av. Julio A. Roca 491).
Cartografías nos señala la representación gráfica de un lugar, un mapa para situarnos en la historia. VMP nos ofrece sonidos y vuelos sensoriales para que cada uno elija el lugar del mapa a donde ir.

CONNOR QUESTA / PEDAZOS DE ROCK TIRADOS EN EL PISO

Por Santiago Pfleiderer, diario Alfil, martes 10-03-15 
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CONNOR1Mutación. Las transformaciones son, quizá, el modo de vida más certero de todo lo que nos rodea. Nada se pierde, todo se transforma y, en la dudosa línea del tiempo, los elementos van encontrando sus formas, colores y sonoridades. Esto es lo que pasa con las canciones de Marilina Bertoldi, canciones que nacieron de una guitarra acústica para luego ser expuestas ante miles de ojos curiosos en You Tube y que sonaron rotundas en el seno de la banda Connor Questa. Marilina es hermana de Lula, cantante y vocalista de Eruca Sativa, es oriunda de la localidad santafesina de Sunchales y desde hace varios decidiò recorrer los bares de Buenos Aires con su guitarra a cuestas ganando una gran cantidad de fieles oyentes que luego se fueron multiplicando a través de las innumerables réplicas de las canciones que circularon por las redes sociales. A finales del año 2010, Marilina Bertoldi vio la necesidad de solidificar sus canciones a partir de una formación rockera que fuera base y motor de más canciones.
Siempre está bueno evocar, recordar y rendir homenaje a quienes supieron hacernos sentir bien, a quienes supieron hacernos disfrutar de los secretos elementales del arte. Y es que, con angustiante sorpresa, el pasado 3 de marzo nos enterábamos a través de Facebook que Connor Questa decidió separarse debido a “grandes diferencias conceptuales con respecto al presente y futuro de la banda”. Una gran pena para el rock nacional joven, ya que la banda venìa marcando un surco muy importante en calidad compositiva, en estilo y demostrando que una de las mejores maneras de innovar es volviendo siempre a los clásicos.
En marzo del 2014 tuve la suerte de poder integrar el staff de la banda cordobesa Pésame en su actuación en el Cosquín Rock y, en ese debut mágico y eléctrico, pudimos compartir escenario con enormes artistas y emblemas del rock nacional como, por ejemplo, Viticus, la banda del Negro García López y Connor Questa. Gratos recuerdos quedan de una alta performance brindada al público en la carpa de la fiesta GlamNation.
El grupo estuvo conformado por Marilina Bertoldi (voz y guitarras rítmicas), Hernán Rúpolo (guitarra líder y coros), Santiago Jhones (bajo) y Agustín Agostinelli (batería). Anteriormente pasaron por la banda Martín Casado (bajo), y Rodrigo Bodaño y Facundo Veloso (baterías).
La banda, desde sus inicios, propuso un repertorio rockero cuya identidad se basa en una amplia vertiente de tradiciones musicales. El primer trabajo discográfico de Connor Questa se titula Somos Por Partes (2011) y luego vino Fuego al Universo (2013), ambos discos grabados y mezclados en MCL Records, uno de los sellos que actualmente está recopilando el mejor nivel de artistas independientes. Los dos trabajos fueron lanzados a través de la UMI (Unión de Músicos Independientes). Los àlbumes están conformados por tracks en los que el sonido alterna entre baladas, funks rabiosos, colgadas psicodélicas y cabalgatas rítmicas vinculadas al post grunge y al rock alternativo de los años 90. La voz de Marilina Bertoldi suena entre sufrida y embroncada en letras que son meras declaraciones afectivas o preguntas a un mundo que no ofrece respuestas. Las guitarras están todo el tiempo al borde, al límite del abismo que denota un riesgo constante en arreglos y composiciones jugadas que, sin dudas, hacen a uno de los aspectos más contundentes de la banda. Y, claro, todo sería imposible sin el excelente laburo de un bajo y una batería que estén al pie del cañón sosteniendo desde sus bases los temblores de un verdadero terremoto rítmico.
Connor Questa, a lo largo de cuatro años, ha pisado los escenarios de los eventos y festivales más importantes de la Argentina, compartiendo tablas con bandas como Foo Fighters, Arctic Monkeys y Aerosmith. Nos brindó lecciones de cómo el rock puede comportarse y ser súper eléctrico y arriesgado, vertiginoso y fragmentario. Los temas de la banda son un derrotero que nos lleva a los saltos por diversas vertientes del rock: desde sonidos bien actuales y alternativos hasta cuestiones más vinculadas al funk y el soul.
Escombros, miembros diseccionados, páginas sueltas, vidrios rotos, todo está fragmentado. Ahora hay ausencias y sonoridades que están sugeridas en el aire, piezas que esperan ser halladas. El Rock está hecho de destrozos y también de esperanzas. Gracias por tantas buenas canciones.

LULA FERNÁNDEZ / CANCIONES PARA CALMAR LA SED

Por Santiago Pfleiderer, diario Alfil, martes 03-03-15
Periódico La Unión Regional (Sierras Chicas), febrero de 2015
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lula2 (1)Sucede con algunos artistas que cuando uno se los cruza a menudo siente la necesidad de indagar en su obra y en su vida, más allá del enorme disfrute que producen sus discos y sus actuaciones en vivo. Un fin de semana de enero tuve la oportunidad de ver actuar al Lula Fernández en un camping de Cabalango y surgieron algunas preguntas. De esas preguntas surgieron otras, cuestionamientos y certezas que permitieron atar cabos en todo un mundillo de hilos sueltos esperando que alguien los ate.
Lula Fernández nació en noviembre de 1975 en Río Ceballos, y actualmente es habitante de Las Vertientes de La Granja. A esta altura del partido no podemos decir que los espacios físicos, los lugares donde uno crece y vive no forjan la conducta y el destino. Sierras Chicas está repleta de brillantes artistas, y Lula Fernández es un claro ejemplo de lucidez artística donde lo académico se funde con lo popular y el humor es parte esencial de la idiosincrasia y de la cultura de un pueblo: el cordobés.
El músico y compositor de raíz folklórica fue estudiante de la Licenciatura en Composición Musical con Orientación en Música Popular en la Universidad Nacional de Villa María. Formó parte del trío Síntesis, y como cantautor tiene desarrollada una extensa carrera con cuatro discos editados, y sus canciones son interpretadas por otros músicos en todo el país.
“Mis últimos dos discos se llaman “Lugares Comunes” y “Canciones Como la Gente”, y creo que definen con cierta ironía mi postura en el panorama de la música popular. Yo creo que hay que encontrar el camino para que la obra llegue a la gente, y no estoy hablando de hacer algo comercial que vaya en detrimento del hecho artístico, ni tampoco caer en decir que uno hace música popular pero la gente no la entiende, ésa es una gran contradicción que hace varios años vengo percibiendo desde el costado no comercial de la música popular.” Lula Fernández hace una declaración de principios.
Es muy importante decir que Lula Fernández es parte de una troupé de artistas que lograron trascender y desplegar sus canciones al mundo gracias a la comunión lograda por toda una comunidad vinculada al Encuentro Cultural de San Antonio de Arredondo. El Encuentro de San Antonio es el Woodstock criollo. Miles de músicos, bailarines, poetas, luthiers, fotógrafos, cocineros y sedientos de arte se agolpan a orillas del arroyo de San Antonio para armar sus carpas y disfrutar de cuatro días intensos de talleres diversos, charlas, reuniones y disfrutar de la música en vivo que enciende la magia con su paleta multicolor, los brebajes y la camaradería de todo el que sabe que no hace falta control ni represión externa más que la de la propia fiesta. Equipos comunitarios y rotativos de gente que cocina, que limpia y que cuida las pertenencias. Artistas de todos los rincones de país y gente dispuesta a valorar cada segundo de la entrega puesta a flor de piel. El Encuentro Cultural de San Antonio de Arredondo ya tiene veinticinco años, y todo gracias a la magia del Negro Valdivia (el Celador de Sueños, como le dicen sus amigos del dúo mendocino Orozco-Barrientos). “Creo que es un espacio que excede a lo musical, donde lo humano está por sobre todas las actividades culturales de gran calidad que suceden en ese espacio totalmente alternativo”, dice Lula.
En medio de enormes artistas como el Raly Barrionuevo, Ramiro González, los Sombraitoro, Marcelino Azaguate y José Luis Aguirre -entre otros- anda metido el Lula Fernández en encuentros culturales, peñas y festivales descollando talento y sabiduría a través de la magia intempestiva de sus canciones.
En el año 2012 el Lula editó su cuarto disco titulado Canciones como la gente. En ese disco hay una canción que despertó la curiosidad y la risa de miles de personas: “La coca es pal fernet”, un cuarteto que relata las peripecias en una fiesta para cuidar del recurso escaso de la gaseosa cola para la preparación del brebaje más aplaudido por los cordobeses: el fernet con coca. Reza la anécdota que para un cumpleaños del Lula (en noviembre de 2012) decidieron filmar el clip a través de las cámaras de Indeleble Estudio junto a amigos comiendo un asado en Ascochinga. Hoy el video tiene más de quinientas mil reproducciones en Youtube. “La coca es pal fernet” se convirtió en una campaña de concientización acerca del cuidado de los recursos a la hora de preparar la embriagante bebida negra, una cuestión que atraviesa el absurdo y el humor.
La capacidad creativa de Lula Fernández llegó a niveles épicos cuando comenzó a desarrollar su espectáculo –aún vigente- titulado Estudios de Enomusicología, un delirio cabal y muy fino donde se desentrañan los vericuetos históricos y musicológicos en la evolución de la música popular latinoamericana. Cada sketch es interpretado por el mismísimo Lula Fernández ejecutando guitarras, piano y vientos, y en cada parte interviene un personaje que explica la razón de cada cuestión musicológica en canciones y temas instrumentales que permiten apreciar el humor y la inventiva sin límites de este cantautor sierraschiquense.
Lula Fernández nos demuestra que la sed puede ser calmada con una canción.

ROXANA CARABAJAL / DESDE LA TIERRA A LA MADERA

Por Santiago Pfleiderer, diario Alfil, martes 24-02-15
Periódico La Unión Regional (Sierras Chicas), enero de 2015.
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roxana1Cuando habla, Roxana Carabajal despliega una sonrisa amplia de pájaros en vuelo, y palabras arrastradas como el viento sobre la tierra seca. Nació en Buenos Aires en junio de 1973 pero se crió los primeros años en la localidad santiagueña de La Banda, donde comenzó a dar sus primeros pasitos musicales junto a su mamá Graciela y a su “papi-abuelo” Carlos Carabajal, el “padre de la chacarera”. Después integró, por casi diez, años la formación del grupo de Peteco, su tío y uno de los músicos más importantes e influyentes de la música popular argentina. Luego, Roxana abriría el juego para trabajar como solista deslumbrando al público en los escenarios más convocantes del país. Un debut con 25 mil placas vendidas, premios nacionales e internacionales, seis discos editados y un árbol genealógico del cual es imposible no mamar experiencias abrasadoras.
Luego de vivir varios años en el conurbano bonaerense, la cantante santiagueña y su compañero –el santafesino Gonzalo Koller- abandonaron la gran metrópolis para buscar tranquilidad, acortar distancias y bajar un poco el cambio. Roxana se hizo vecina, originalmente, de la localidad de Unquillo, pero al poco tiempo le tocó desayunarse con algunos mates más salados que amargos en dos hechos que le resultarían desafiantes y, a la vez, le darían rienda suelta al motor creativo. Uno de estos acontecimientos fue el asesinato del niño Gabriel Torres, de 14 años, en los corsos de Unquillo en febrero de 2013, y el otro hecho fue un asalto en la vivienda que alquilaba, situación que le costó –entre otras cosas- una guitarra y una computadora, herramientas fundamentales de su trabajo, además de todas esas cosas que le suceden a alguien cuando sufre un robo. De todas maneras, la cantante no le aflojó y decidió ponerle música a sus vivencias. Ya afincada en la ciudad de Villa Allende, Roxana Carabajal tuvo dos hermosos partos: el su última hija, Eva, junto a su compañero Gonzalo, y el de Soy, un disco bellísimo que se sostiene en la tierra y en las raíces fuertes de una tradición familiar y ancestral.
Reza la anécdota que, luego del robo, Roxana andaba buscando instrumentos fieles para una grabación, y así cayó en la casa del Raly Barrionuevo quien le facilitó lo buscado. Entre charlas, sentimientos cálidos y el hermoso paisaje de Sierras Chicas, nació “Por los caminos”, una canción festiva con aires de huayno que es la que da inicio al disco Soy.
Grabado en Villa Allende, en el estudio del mítico Esteban “Tevy” Cavoti, y de manera completamente independiente, Soy es un álbum que bucea en las profundidades de una vida intensa y que, a la vez, tiene todo por descubrir. A pesar de ser enormemente reconocida, Roxana no hace alarde de su historia familiar, pero sí agradece y sigue aprendiendo de los caminos recorridos. En este nuevo álbum, la santiagueña –ahora “sierraschiquense”- no esconde sus raíces ni los pájaros que vuelan desde sus ramas. Si hay algo típicamente característico en la chacarera, es su capacidad de testimoniar, y Roxana a eso lo sabe como pocos. Pero la cantante no se queda sólo en la chacarera, sino que incursiona en la canción y se anima a redoblar el juego incorporando instrumentos como el acordeón, la flauta traversa, charangos, quenas, violonchelos y –claro-, el infaltable violín, además de bases más rockeras que alternan con los sonidos telúricos. Además, en Soy participan grandes invitados especiales como, por ejemplo, Los Tekis, Juan Martín Medina, la pianista Elvira Ceballos, y Teddy Tessel, quien fuera acordeonista del “Potro” Rodrigo Bueno. El nuevo y flamante disco fue presentado el pasado 12 de diciembre de 2014 en el Teatro Real de la ciudad de Córdoba.
Sin dudas que la poesía de Roxana Carabajal recupera vivencias y hechos fundamentales de la vida. Dentro de los trece temas que integran el repertorio de Soy, se encuentra la canción “Soñemos unidos”, dedicada a Gabriel Torres, el niño asesinado en los corsos de Unquillo en febrero de 2013. Pero también, además del dolor, hay canciones de vida y alegría, de recuerdos y agradecimientos. Brillan en disco canciones bellísimas como “A mis hijos”, “Madre”, “Vidalita” y “Venite pa´Santiago”, sonidos y palabras que invitan y convidan un poquito de intimidad en esos sentimientos plenos que se hacen universales.
El pasado domingo 22 de febrero, Roxana Carabajal fue parte activa del multitudinario Festival Solidario que se realizó en Unquillo por los damnificados de las terribles inundaciones en Sierras Chicas registradas el fin de semana del 14, 15 y 16 de febrero. Roxana actuó junto a Raly Barrionuevo, el Dúo Coplanacu, La Cruza, Laura y Pocho Bértora y otros grandes artistas serranos y cordobeses. El próximo sábado 28 de febrero y el domingo 1 de marzo, Roxana junto a Raly, Mery Murúa, los “Copla”, Paola Bernal y Juan Iñaki realizarán el evento “Sierras Chicas, Corazones grandes”, para seguir apelando a la solidaridad por los afectados por las tormentas. Esto será el 28 de febrero en Río Ceballos y Villa Allende, y el 1 de marzo en Unquillo y Mendiolaza.
En la música no hay fronteras. Este lenguaje universal nos permite conocer y compartir noches profundas, patios de tierra, bombos y guitarras, tonadas y siestas así estemos en las bajas y redondeadas lomas de Sierras Chicas a poquitos kilómetros de la capital provincial. Roxana Carabajal, con su música, desnuda las bellezas de la tierra.