Por Santiago Pfleiderer, diario Alfil, martes 02-09-14
san.pflei@gmail.com
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Las páginas de la historia cuentan que la provincia toma su nombre del Río Neuquén, cuyo vocablo proviene de la voz mapuche newnkén, que significa “correntoso”. Desde esas tierras, entre desérticas y cordilleranas, nació Qi, un grupo que indaga en las profundidades de la música negra y de la danza para lograr un sonido cristalino desde el cual se logran altos climas de nocturnidad, sensualidad y erotismo.
Funk, soul y enganches con la música disco son los momentos sonoros por los que nos lleva Qi, una banda que nos invita a desnudarnos frente a la música para dejarnos transportar por lo más primitivo de los impulsos.
Según la cultura china tradicional, el Qi es el flujo vital de la energía que emana continuamente por la naturaleza, es decir, la conexión natural entre todas las cosas que nos rodean, un equilibrio energético que nos permite desarrollar la vida en armonía. Si trasladamos esto a la música, sin dudas que la propuesta de Qi como banda alcanza ampliamente esos preceptos ancestrales, ya que la combinación de los elementos musicales provenientes del funk y del soul íntimamente ligados a expresiones corporales como la danza, el erotismo y el sexo nos da la pauta de una liberación cósmica y de un profundo reencuentro con el pulso elemental y el barro de los cuerpos.
Qi es un grupo que nació en la ciudad de Neuquén en el año 2009, donde editó su primer EP titulado Al Sol Estrella en el 2010. Luego de realizar giras por las provincias de Córdoba y de Neuquén, la banda se radicó definitivamente en la ciudad de Córdoba en el año 2012. El grupo llevó a cabo distintas presentaciones en Córdoba, Neuquén y Buenos Aires llegando a actuar junto a bandas y artistas como Sig Ragga, Emanuel Horvilleur, Deadbeat y Banda de Turistas.
A comienzos de 2014, Qi vio nacer su primer CD larga duración titulado La Misión Galáctica, un álbum con doce temas ideales para descorchar un malbec, apagar la luz y dejarse llevar por la más brillante explosión de los sentidos. El disco fue masterizado en la ciudad californiana de San Francisco (Estados Unidos) por Justin Weis, de Trackwork Studios, el mismo ingeniero que masterizó el primer disco de la banda local Los Cocaleros.
Qi está conformada por Sebastián Pinuer (voz y guitarra), Luis Tovar (batería), Federico Alonso (bajo), Matías Lewit (teclados) y Tomás Díaz (guitarra).
La Misión Galáctica es un disco bellísimo, suave y fino que nos traslada sensorialmente por climas nocturnos, urbanos y cósmicos, quizá porque en sus letras hay una fuerte presencia del amor y del deseo como voluntad épica de trascender, de ser inmortales en esa batalla corporal llena de perfumes, oscuridades y mieles que se llama sexo.
Quizá, muy por detrás, podamos escuchar algunas reminiscencias de obras como Tutu, de Miles Davies, delirios musicales que nos llevan al trance en una comunicación muy sutil con el smooth jazz, o con esas inolvidables canciones bailables de Prince o de Michael Jackson; pero, claro, tampoco podemos olvidar el groove de bandas como los Parliament, Wild Cherry, James Brown y Funkadelic.
Para todos aquellos que piensan que la música es la forma de encontrar la armonía y la belleza, Qi es la banda que da la respuesta a esas preguntas inconclusas, liberar el flujo vital de la energía a través de la música y dejarse llevar por el magnetismo de los elementos de la naturaleza. Porque no somos otra cosa.
El disco La Misión Galáctica puede conseguirse en Disquería Mercurio (Achával Rodríguez 225).
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