Por Santiago Pfleiderer, diario Alfil, miércoles 13/06/12.
No son muchos los que lo saben. Quienes guardan el gran secreto mantienen la sabiduría sellada bajo las siete llaves de Zión. En algunos lugares se lo comenta a modo de chiste, de ironía, pero ellos son los anti-mística, los descreídos, los que tienen el alma oscura y polvorienta. Sin embargo, en otros lugares se lo comenta en clave de leyenda pero sabiendo que es verdad, como en los juegos que los grandes maestros de masonería utilizan para instruir a sus aprendices.
Lo cierto, es que más allá de aburridas especulaciones, hay seres que atraviesan portales, bajan de naves, suben desde el centro de la tierra o emergen desde las profundas oscuridades de los mares. Esteban Kábalin, por ejemplo, es un luchador proveniente de la Tierra Media.
Con largas melenas, barbas tupidas, cubierto con pieles de animales exóticos y llevando como arma una espada filosa de piedras, diamantes y metales puros, Esteban Kábalin es un mensajero, un guerrero destinado a cambiar las cosas en nuestro mundo. Acá en el planeta Tierra le tocó vivir en Córdoba, pero él es proveniente de la Tierra Media, una comarca cósmica ubicada en un punto desconocido del universo donde el tiempo no existe, un país habitado por todos los personajes de nuestras fantasías y por aquellos que ni siquiera imaginamos. En el viaje estelar de Esteban Kábalin a la Tierra le tocó afeitarse un poco, cambiar sus pieles por remeras negras y camisas a cuadros, y trocar su espada de diamantes por una guitarra eléctrica. Así Kábalin recibió su sello terrestre, la marca personal que lo identificaría: Viento Eléctrico Blanco. Su misión estaba escrita y era clara: convertir la lucha en un trabajo cotidiano, largo, escombro por escombro y levantar murallas infranqueables de buena onda, de poesía comprometida con la realidad y brindar altísimas dosis de Rock & Roll.
Hasta hace unos meses lo sabían ver detrás de la barra de un bar de barrio Alberdi, y dicen que hoy lo ven caminar por las calles de barrio Ejército Argentino, o montado en una nave espacial blanca modelo ’94. Lo cierto es que Esteban Kábalin está dejando un legado indeleble: tres discos de increíble Rock & Roll, una voz privilegiada y legiones de rockernautas compartiendo un mensaje de amor y de revolución.
Sus primeros discos son Sueños Caen En La Hora Más Salvaje (2003, independiente) y EleXión (2007, independiente), y el 2012 lo sorprende con la largada de tu tercer material discográfico titulado KarmaDharma (2012, independiente). Este disco es la primera parte de un concepto que tendrá continuidad; contiene siete temas en los que Kábalin se arriesga a experimentar con sonidos vinculados al folklore, canciones acústicas y toques de rock progresivo siempre de la mano del hard rock, y el disco cierra con una jugada versión de “Noche de perros” de Serú Girán. KarmaDharma expresa conceptos duales y múltiples encerrados en la unidad de las canciones. Es una búsqueda de sentido perpetua entre las acciones realizadas y lo que vendrá.
El disco es fruto de cuatro años de exploraciones sonoras. Fue grabado en La Nube Records (Villa María), y la caja del disco fue ensamblada artesanalmente por Tino Quer (escritor cordobés) y por Gisela Flores León en ATEO (Astrónomo Turco Ediciones Orientadas). Este material será presentado el sábado 16 de junio a la medianoche en Club R (Julio A. Roca 547).
Esteban Kábalin y su banda nos brindan paisajes sonoros que remiten a lo medieval y a lo fantástico, y poesías certeras que reflejan la realidad de una ciudad lejana a la Tierra Media y a sus espadas de diamantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario