El domingo se mostraba tímido entre el frío y la llovizna, pero toda la energía se concentraba en un solo lugar: La Vieja Usina. Es que The Cult, una de las bandas más importantes del rock británico, iba a estallar en suelo cordobés.
Cerca de las 20:30 hs. subió a las tablas Black Dog, la gran banda local que se encarga de tributar a Led Zeppelin con altísima calidad y fidelidad –tanto a nivel sonoro como de interpretación-, y luego hizo lo propio Hammer, banda insignia del metal de Córdoba. Así el público presente esperaba con buen rock la llegada de los británicos.
Apenas pasadas las 22:00 hs. las luces de La Vieja Usina se apagaron y se encendió una pantalla con la imagen clásica de una bandera pirata –quizá, haciendo gala del origen inglés de la banda- y el show comenzó con “Everyman And Woman Is A Star” y el clásico “Rain”. La gente –un público de unas dos mil personas- enardecía de ver a una banda, vaya paradoja, de culto.
The Cult está integrada por Ian Astbury en voz, Chris Wise en bajo, John Tempesta en batería, Mike Dimikitch en guitarras rítmicas y Billy Duffy en la viola líder. La dupla Astbury-Duffy se comía el escenario en cada palabra, en cada acorde, es que los tipos se saben dueños de un carisma y de una calidad musical incomparable. Mientras, de perfil más bajo, Wise y Tempesta solidificaban una base rítmica imparable y poderosa junto a los coqueteos de Dimikitch.
Temas como “Phoenix”, “Fire Woman”, “She sells sanctuary” sonaron potentes y clarísimos entre dos horas de clásicos y temas más nuevos. La banda sonó ajustadísima y demostró que treinta años de rock no son en vano: tienen el ‘power’ y la crudeza característica del rock inglés de los años 70 pero con fuertes matices de las sonoridades más oscuras de la llamada movida “madchester” y el post punk. Guitarras envolventes y riffs arrebatadores, y la presencia escénica de Ian Astbury, que es la cruza perfecta entre Eddie Vedder y Jim Morrison, y no sólo por su actitud como “maestro de ceremonias”, sino también por su look actual de barba, pelos largos, gafas y vincha roja; además, Astbury ocupó el lugar de Morrison durantes las giras de la última reunión de Riders On The Storm (The Doors).
Así, y cerrando con “Break On Electric” y una versión hard de “Break on Through (To The Other Side)”, The Cult abandonaba las tablas cordobesas para dejarnos el legado de una inolvidable lección de rock.
Santiago Pfleiderer - Para el portal Rock Nuestro www.rocknuestro.com.ar y para el programa radial Al Abordaje, de la FM 97.5 Siempre Rock.
Fotografía: Gentileza de Sebastián Fissore, de Bitácora de Vuelo.
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