sábado, 21 de julio de 2012

Entrevista con Litto Nebbia / El extraño de pelo Largo




TEXTO: SANTIAGO PFLEIDERER
FOTOGRAFÍA: GUSTAVO FILIPPO

Córdoba, 8 de junio de 2010, para la revista digital de culturas El Vernáculo.

Litto Nebbia no es sólo un cantautor, un intérprete o un productor. Es uno de los músicos más prolíficos, de los letristas más expeditivos y de los artistas más grandes de la canción popular argentina. Revolucionó la música del país en el año 1967: el tipo, junto a Tanguito, creó lo que hoy se conoce como el primer tema del rock nacional: “La Balsa”.
Rodeado de artistas e intelectuales como Moris, Pipo Lernoud, Tanguito, Miguel Abuelo, Luis A. Spinetta y Javier Martínez –entre otros- Litto Nebbia, que provenía de Rosario, comenzó a gestar las bases de nuestro rock en una Buenos Aires violenta. Mientras tímidamente sonaba “estoy muy solo y triste, acá, en este mundo abandonado…” la cana arrasaba con palos y perros. Y eso que en el baño de La Perla del Once cambiaron la letra original, que decía “estoy muy solo y triste, acá, en este mundo de mierda”. La Perla del Once y La Cueva eran los bares donde estos jóvenes comenzaron su gesta intelectual y artística, allá entre 1965 y 1967. Así nacían Los Gatos, Almendra y Manal.
En un hecho meramente anecdótico, Nebbia fue el protagonista de la película El Extraño de Pelo Largo, de Julio Porter (1970), pero le hicieron cortar el pelo porque era “demasiado largo”. Cosas de la época.

El show. Sus palabras.

Litto Nebbia pasó a dar un show íntimo y casi acústico el martes 8 de junio en el Auditorio del CPC de Argüello. En la sala no había más de 60 personas, y Litto nos brindó canciones de todas las épocas, temas inéditos y sus grandes clásicos. Teclados y guitarra acústica fueron todo su acompañamiento. Luego, en un escenario vacío, pudimos charlar con él. 

-Culminaste en Córdoba una gira de recitales acústicos y muy íntimos. ¿Cómo viviste, sin embargo, el show masivo para el acto del Bicentenario de hace unas semanas atrás?
-Eso es una cosa emocionante y, además, una locura la cantidad de gente que había, algo así como un millón de personas. Nunca pensé que íbamos a abrir esta fiesta del Bicentenario en el escenario principal, y bueno, felizmente pasó, y tocamos muy bien porque escuché y vi filmadas las partes. Todos los amigos que invité, fueron. Me emocionó mucho. Y al margen de lo personal, me parece que está muy bueno para el rock argentino, porque ésta es una música que comienza a estar integrada junto al tango y al folclore que son nuestras dos músicas de raíz y la que apareció, con nuevas formas y letras, fue el rock.
En los comienzos, todo el mundo sabe, fue muy difícil, era una música negada y perseguida, y que luego de cuarenta años inicie la fiesta del Bicentenario –presentada, además, por la Presidenta- me parece que para el género es una cosa muy noble y muy emocionante.

-Y vos, como pionero del rock argentino junto a artistas como Moris y Tanguito, ¿cómo ves el panorama actual del rock nacional?
-En el rock –y como pasa con todos los géneros musicales- una vez que pasa el tiempo comienza a desarrollarse masivamente y, por ende, comienza a desarrollarse también el negocio, entonces uno empieza a ver cosas desparejas. Para mi gusto hay cosas excesivamente antiguas y excesivamente comerciales; nunca fue ésa la intención de esto cuando empezamos a hacerlo. Tocábamos lo que escribíamos porque era lo que nos gustaba de alma, y si no le gustaba a nadie seguíamos tocando igual. Hoy en día veo que hay más promoción en general y que todo el mundo quiere ser famoso; no es para mí la esencia del arte. Por supuesto que en este país está lleno de músicos excelentes, pero me estoy refiriendo a lo que puedo ver en los medios de comunicación que únicamente muestran las cosas que tienen éxito masivo, pero no muestran todo lo que hay.

-¿Para vos las cosas buenas funcionan en el under?
-No sé si en el under. Hay seguidores. Yo toco por todos lados, todo el año, y siempre hay gente: cien, doscientos, trescientos, da lo mismo, y no solamente de mi generación, también hay mucha gente joven. Y hay gente a la que no le gusta, por supuesto.

-En el año 1988 fundaste Melopea, tu sello independiente. ¿Cómo ves Internet como herramienta de difusión para los artistas independientes?
-Creo que está bien, siempre y cuando se lo use correctamente. Hay grupos que al sufrir la orfandad de que no les han editado el disco o no los produjo nadie, y tienen una maqueta o demo para mostrar, me parece que eso está bueno para hacerse conocer. Pero después hay otras cosas de Internet que se podrían utilizar mejor, por ejemplo: hoy todo el mundo descarga cosas gratis, y la mayoría de las cosas que se bajan son una porquería porque suenan muy mal. Sería bárbaro que pudieran sentir esa conexión de cuando uno va y consigue un disco que suena súper bien, y podés ver la tapa y todo eso. Mi generación fue educada con la premisa de coleccionar discos, que es como ir armando una biblioteca. Y de Internet muchas veces bajás aire, nada más.

-¿Cuáles son tus próximos pasos como músico y como productor?
-Estoy terminando de producir un disco de Silvina Garré, ella sigue siendo una de mis cantantes favoritas, tiene una voz muy original. Hay muchas mujeres que tienen buenas voces en nuestro país, pero muchas quieren parecer negras o brasileras; ella canta en rosarino, ¿sabés? Es bárbara. Y estamos grabando, yo toco y hago arreglos. El disco saldrá en octubre y estoy contento porque hace mucho que no hacía cosas con ella y tiene la voz intacta. También estoy produciendo un disco del Gato Barbieri, un gran saxofonista; el disco sale en agosto. También estoy haciendo un disco doble que no sé si lo saco a fin de año o en marzo del año que viene, y bueno, sigo tocando. Cuando termine el Mundial me voy a Bolivia, después a España. En el interior o en el exterior, en algún lado siempre estoy tocando.

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