miércoles, 12 de septiembre de 2012

Entrevista a Eruca Sativa




Santiago Pfleiderer (*)

Hablar de Eruca Sativa es hablar de un trío de Rock. Hablar de Eruca Sativa es hablar de una de las bandas de Córdoba que inició una lucha incansable hacia los derechos de los músicos independientes trabajando de una manera ardua demostrando que la profesionalización de la actividad de los músicos es el único camino posible para vivir de la música, más allá de sellos y contratos.

Hace aproximadamente cinco años que Eruca despeinó las primeras pelucas. Lula Bertoldi (voz y guitarra), Brenda Martin (bajo y coros) y Gabriel Pedernera (batería y coros) se cruzaron para cambiar el destino. Luego de que sus integrantes pasaran por diversas formaciones como Armando Flores, Lucila Cueva, las jam session de Morado Bar y una fugaz colaboración con la cantante Florencia Villagra en Buenos Aires, Eruca Sativa se convirtió en una promesa que no demoraría casi nada en hacerse realidad. “A fin de año queremos estar sonando en Buenos Aires como sonaba Soda Stéreo en los primeros años”, decía Lula Bertoldi con una convicción irrefutable.

La banda, que hace ya dos años reside de manera formal en la capital del país, visitó nuevamente la ciudad de Córdoba para brindar dos shows y regalarle al público que la vio nacer un manojo de grandes temas y algunas sorpresas. Así fue que la banda se presentó el sábado 19 y el domingo 20 de mayo en Casa Babylon junto a los grupos locales Alunacy, Juan Terrenal y Exocet, y a Baby Black, Tierra de Fuego y Buenos Aires Karma, de Buenos Aires. El show del sábado fue de una contundencia atronadora. “El genio de la nada” es el tema con el que abrieron, una canción nueva que seguro estará dentro de su próximo álbum. Luego se desató una seguidilla imparable de momentos de alta tensión con una lista de dieciséis temas más integrada, en mayor parte, por canciones de ES, el segundo disco de la banda, y algunas perlitas de La Carne, el primer disco de Eruca. “Eleanor Rigby”, “Lo que no ves”, “Quemás” y “Para nadie” fueron algunas de las canciones poderosas que se pudieron escuchar el sábado. También tocaron “Guitarras de cartón”, otra sorpresa ya que es un tema inédito. Y el cierre estuvo a cargo de “Magoo”, uno de los temas más potentes del último disco.

Lula Bertoldi es dueña de un aura mágica y de un carisma único. Excelente violera y cantante bestial, Lula maneja el magnetismo escénico con una naturalidad indiscutible. Mientras, Brenda Martin es el chasis de una máquina imparable, ella mantiene firme a todas las demás piezas de la banda. Y Gabriel Pedernera es un baterista descomunal; desplegando una fuerza arrolladora, técnica y tremendo buen gusto, hace que Eruca Sativa esté cerca de bandas como Foo Fighters, Queens Of The Stone Age o Them Crooked Vultures.

Pero antes del show, pudimos charlar un poco acerca de la banda. Y para eso Brenda Martin y Gabriel Pedernera se juntaron con este cronista en un bar Frente al Paseo de las Artes para dialogar acerca del presente y del futuro de Eruca Sativa.

-¿En qué les cambió la vida en Buenos Aires?

B -Fue una decisión importante. El cambio está en que uno se vuelve a reafirmar en qué es lo que quiere, y para eso no hay que estar atado a nada. Son elecciones de vida, esto nos llena profundamente. Es un proceso en el que pasan muchas cosas.

G -Es un lugar en el que viven cuarenta mil millones de personas pero uno está solo, es muy raro. Hay que estar muy decidido porque si te doblás un poquito perdés el eje que te había llevado hasta ahí. Nosotros estábamos muy decididos, incluso la actitud fue la misma viviendo en Córdoba, pero nos animamos a hacerlo en una ciudad donde todo es distinto.

-¿Cómo es para una banda del interior ir a tocar a Buenos Aires?

B -En nuestra experiencia, es igual que cuando estuvimos acá, salir a tocar es lo mismo, ir al barcito chiquito, tratar de que la gente te conozca, fue el mismo proceso, empezamos desde el Under, lugar por lugar, hasta que encontramos amigos de otras bandas y fuimos generando contactos.

G -Nosotros fuimos a laburar, a tocar mucho, y hay que tocar en donde sea. Desde afuera se ve la fantasía de llegar y que te esté esperando un productor y esas cosas no pasan, no sé si pasaban hace veinte años, hoy no pasan, y si pasaran probablemente no las desearía.

B -Si no salimos a tocar, las posibilidades son menores. Tocando conocimos gente que nos ha llevado a tocar a lugares, y así vamos conociendo gente y se van generando las posibilidades.

-¿Están produciendo un disco nuevo?
G -Estamos en eso. Estamos componiendo, laburando mucho en la sala de ensayo, la idea es empezar a grabar en junio y sacarlo a fin de año. Está bueno porque también se junta con nuestros cinco años como banda, así que vamos a hacer una fiesta enorme que va a durar hasta marzo.
-¿Tienen algún concepto pre elaborado de lo que va a ser el disco?

B -Estamos en pleno proceso. Cuando tengamos todas las canciones que van a estar en el disco y cuando nos sentemos a escucharlas, ahí es cuando empezaremos a ver las relaciones entre los temas y vamos a vernos a nosotros mismos reflejados. Es hasta sorpresivo para nosotros mismos. Uno va componiendo lo que la intuición le dice, y cuando te encontrás con la canción recién ahí ves cómo va quedando.

G -Es raro, porque cuando grabás queda algo para toda la vida y que es algo completamente nuevo; uno no sabe bien qué es lo que está pasando, entonces hasta que no escuchás el disco terminado no ves las sorpresas.

B -Las temáticas y las letras se van trabajando, pero hay muchas cosas que bajan solas, que uno no las busca. Siempre hay un hilo que conduce el disco, después viene el orden de los temas en relación al concepto general del álbum.

-¿Cómo vieron la recepción de ES en comparación con La Carne? La Carne fue un disco explosivo, en cambio ES es un disco más abierto, variado y profundo que quizá demuestra una madurez de la banda.

B -Son discos muy distintos, a mí me gustan mucho los dos, reflejan dos momentos muy distintos de la banda, no sé si uno es mejor o peor que el otro. Me parece que ES representanta mucho más el sonido de la banda amalgamada. Cada uno de los discos representa el momento en el que estábamos. El audio de La Carne es más crudo, ES tiene un audio más trabajado buscando el sonido del trío como suena en vivo.

G -Está bueno porque son discos bien distintos. Creo que es positivo porque demuestra que en esos dos años pasaron cosas, que hubo cambios y diferencias. Los discos son fotos, y por más que lo fuerces, va a reflejar exactamente qué le pasaba a la banda en cada momento. La diferencia entre los discos me gusta, y me da intriga escuchar el tercer disco porque también pasaron muchas cosas, situaciones y lugares.

B -A La Carne lo siento como un disco de búsqueda, y ES es un disco más sólido, pero si querés ES también es un disco de búsqueda porque ya estamos pensando en un tercer disco que más adelante veremos qué nos sugiere.

-¿Que bandas o solistas están escuchando?

G -Hay una variedad. Estoy escuchando mucho Kimbra, una cantante pop que me vuela la cabeza. No escucho música muy violenta, salvo Led Zeppelín que lo vuelvo a redescubrir todo el tiempo.

B -Yo estuve escuchando de nuevo Them Crooked Vultures, me volvió a acompañar de nuevo ya que lo había dejado de escuchar hace un tiempo. También estoy descubriendo la discografía de People In Planes que está muy bueno, me está gustando mucho.

G -Hay un grupo que es The New Regime que también está buenísimo, porque en realidad es un solo chabón que hace todo.

-¿Ustedes están trabajando en proyectos paralelos?

G -No nos queda mucho tiempo, a Eruca le dedicamos muchas energías y más ahora que estamos preparando el disco nuevo. Yo estuve laburando un tiempo con Científicos Del Palo, están preparando un disco nuevo, cambiaron de batero así que les estuve produciendo unos temas que van a estar en el disco nuevo. Pero la verdad es que no hay mucho espacio para dedicarse a otros proyectos.

* Publicado en el Diario Alfil, 23/05/12

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