lunes, 12 de mayo de 2014

LEYENDAS DEL ROCK: CACTUS / LA MADERA DURA Y MÍTICA DEL BLUES


Por Santiago Pfleiderer, diario Alfil, martes 15/10/13
san.pflei@gmail.com

Los años 60 se estaban yendo cuando en la Costa Oeste de los Estados Unidos el flower power agitaba los confundidos corazones de una juventud golpeada por la Guerra de Vietnam, y el ácido coloreaba los bodegones donde Jimi Hendrix, Janis Joplin y The Doors iluminaban un presente de revolución y un futuro de paz; mientras, en Inglaterra, el folk y el blues comenzaban a tomar la fisonomía de las ciudades industriales, y la psicodelia nacía de un capullo tecnicolor pintarrajeado por los experimentos lisérgicos de Timothy Leary y sus seguidores.

Los grandes festivales de música rock, como el de Woodstock, el de la Isla de Wight y el de Altamont, entre otros, posibilitaron el ascenso de grandes formaciones musicales desconocidas hasta el momento.
Conformado por Tim Bogert al bajo y Carmine Appice a la batería, con la unión de Rusty Day como cantante, y la gran estrella, el guitarrista Jim McCarty, Cactus fue uno de los primeros súper grupos que se formaron en este contexto, en la ciudad de Detroit.

Corría el año 1968 y la banda empezó a sonar a blues con grandes momentos de improvisación, hasta la aparición de su primera placa, Cactus, en 1970. Así Cactus comenzó a desparramar su hard blues progresivo, creando climas de delirio con el manejo genial de la improvisación, aunque las ventas del disco fueron ínfimas, llegando al puesto 54 del ranking norteamericano. Pero Cactus no se dio por vencido, y a comienzos del siguiente año se editó su segunda placa, One Way… Or Another, un disco ajustado y potente lleno de blues rock y pasajes cargados de una fuerza demoledora, y aunque las críticas fueron mejores que las de su primer álbum, las ventas fueron aún más escasas. Pero el éxito de la banda en vivo era arrollador, y hasta llegaron a suspender actuaciones por el descontrol generado por el público debido a los asfixiantes climas psicodélicos y a las arengas políticas de su cantante Rusty Day.

En el otro lado del Océano Atlántico, en Inglaterra, existía una banda de características similares. Habían surgido casi en la misma época y su sonido era muy duro. A esa banda quisieron llamarle Dirigible de Plomo (Lead Zeppelin), pero a la palabra Lead le quitaron la A para que resultase más cómodo en la pronunciación a los americanos del norte. Así nacería Led Zeppelin, la banda que si hubiera escuchado Cactus en sus comienzos, sin dudas hubieran afianzado sus influencias bluseras.

El tema es que en 1971 aparece  el tercer álbum de Cactus titulado Restrictions, cuya repercusión fue menor a la de su segundo disco. En Restrictions la banda volvió a lo orígenes del folk y del blues tradicional, abandonando los matices progresivos, pero sin perder la magia y la fuerza del sonido crudo y rústico de Cactus. Pero debido al poco éxito de ventas de tu tercer disco, el guitarrista Jim McCarty abandonó la banda y Rusty Day fue despedido,  ingresando en su reemplazo Werner Fritzschings en guitarras y Peter French en la voz, publicando con esta formación la placa OTN Sweaty, en 1972, el álbum menos vendido de la banda. Los crecientes desmanes en los shows en vivo y las pocas ventas de los discos provocaron la disolución de Cactus en 1973.

Así se produjo la triste desaparición de una banda poderosa en conceptos, sonidos y climas. Sólo se conservan algunas copias casi perdidas y prácticamente inaccesibles de algunos recopilatorios a manera de homenaje.

Así suena Cactus, como un tren azul y melancólico que, lejos de su paso arrollador, deja una estela de humo que no termina de desaparecer. 

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