Por Santiago Pfleiderer, jueves 26/12/13
san.pflei@gmail.com
En una Norteamérica herida de muerte por la Guerra de Vietnam, la juventud, angustiada, comenzó a rebelarse y a denunciar los flagelos del conflicto bélico. A finales de la década del 60, tocados por las lecturas de escritores de la Beat Generation como, por ejemplo, Allen Ginsberg, Jack Kerouac y William Burroughs, y sacudidos por las letras de trovadores como Bob Dylan, los jóvenes comenzaron a solidificar una identidad basada en el amor, en la vida en comunidad, en la producción de alimentos orgánicos, en la experimentación sensorial con drogas lisérgicas, y vieron en la música rock el soporte para descargar sus denuncias. En estas convulsionadas épocas muchos artistas levantaban los estandartes de la paz y del amor como única religión entendidos como los valores para sostener la armonía y la comprensión entre los seres humanos. En el año 1967, The Beatles publicaban el discoSargent Pepper’s Lonely Hearts Club Band, y por la Costa Oeste militaban Jimi Hendrix, The Doors, Janis Joplin, Jerry García y los Grateful Dead, entre otras grandes figuras de esa emergente Cultura Rock. En Latinoamérica, Gabriel García Márquez publicaba Cien Años de Soledad como parte de ese fenómeno literario llamado Boom de la literatura latinoamericana, amparado por la nueva narrativa compartida por Borges, Julio Cortázar, Carlos Fuentes y Juan Rulfo, entre otras brillantes plumas. Para esa época surgían en Argentina Los Gatos, Almendra y Manal, las primeras bandas del rock vernáculo.
En la ciudad de Mineápolis (EEUU), en el año 1967, nacía una de las grandes bandas del rock en inglés: Crow, un grupo que supo adaptar los sonidos y las inquietudes de su época basando su música en el rythm and blues, en grandes improvisaciones y en amplias lagunas musicales como lo hacían The Animals, The Zombies y otras bandas que tomaban como influencia la riquísima y enigmática música negra.
Crow estaba conformado por el cantante David Wagner, el guitarrista Dick Wiegand, el bajista Larry Wiegand, el tecladista Middlemist Kink y por el baterista Harry Nehls que sería sustituido por Deni Craswell. Inicialmente el grupo se llamaba South 40 hasta que, empujados por la creciente popularidad, decidieron cambiar el nombre por Crow (Cuervo) y así justificar, de alguna manera, el tinte de oscuridad sonoro de la banda. Resulta extraño, porque el sonido de Crow tiene una fuerte vinculación con esas experimentaciones con mira hacia lo latino a lo Rolling Stones, como en el tema “Sympahty for the devil”, o en las explosiones histriónicas al estilo de Arthur Brown, ambos ingleses.
En 1969 la banda debutó con su álbum Crow Music haciendo estallar las planillas de los ránkings y, entre 1970 y 1971, la banda lideró los primeros puestos en Norteamérica y en Reino Unido. La influencia de Crow fue tan fuerte que la banda británica Black Sabbath realizó un cover memorable del tema “Evil Woman” catapultando completamente al éxito a la gran banda de Mineápolis. Pero inesperadamente, en 1971, el cantante David Wagner abandonó la formación y fue reemplazado por Mick Stanhope. El éxito de la banda comenzó a decaer y en 1972 el grupo decidió separarse.
Tras largos ocho años de ausencia, y habiendo dejado un legado invaluable para la música y la Cultura Rock, Crow retornó a los escenarios con su cantante original, David Wagner, en 1981, y un año más tarde lanzaron un nuevo álbum titulado Crow On The Road. El grupo se tomó otro descanso para que sus integrantes pudieran desarrollar carreras solistas. Muchos años más tarde, en el año 2005, la banda editó un nuevo disco tituladoBefore The Storm manteniendo vivo el mito y el legado de esas canciones que jamás se apagarán.
Crow es una de esas bandas que logra reflejar con fidelidad extrema el espíritu de una época identificable inexorablemente con el sonido de su música. Si sienten que ya está todo hecho, que nada puede sorprenderlos, escuchen a Crow, ésta banda va a hacer que salten un poquito de la silla.
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