domingo, 10 de abril de 2016

CUANDO JOE COCKER VINO A CÓRDOBA / AGRADECIDOS POR SIEMPRE, JOE

Por Santiago Pfleiderer, diario Alfil, martes 23-12-14
san.pflei@gmail.com
joe cocker1 (1)El pasado domingo 21 de diciembre nos tomábamos unos mates más que amargos al enterarnos de la partida del enorme poeta urbano, del dador de vida de cientos de mitos vinculados a adoquines, esquinas, al río marrón, a las lluvias y esa nostalgia rioplatense, porteña y tanguera de la entintada pluma de Horacio Ferrer. La poesía desgarrada del tango tiene la dosis justa de melancolía y de urbanidad que embriagó a los primeros poetas del rock cantado en castellano a orillitas del Río de la Plata. Quizá Luis Alberto Spinetta y Javier Martínez (del trío Manal) jamás hubieran compuesto muchas de sus maravillosas canciones si no hubiesen estado mojados por esa sensibilidad gris y azulada del tango. Sin dudas que el blues y el tango están unidos por algo, y es por la visión y las vivencias de la ciudad, lo urbano como cosmogonía.
Y un día después de la partida de Horacio Ferrer también nos dejó Joe Cocker, un tipo que se convirtió en un ícono del rock a nivel mundial, creador de himnos inmortales, inconfundible con su histrionismo y su voz áspera de tabaco y whisky.
Hay momentos y situaciones que se vuelven históricas, quizá por lo inaudito y por la remota posibilidad de que esos hechos vuelvan a ocurrir. Tal es el caso de la visita que Joe Cocker le hizo a la ciudad de Córdoba hace más de dos años, el 24 de marzo del año 2012. Si se me permite la licencia, me encantaría compartir –y volver a reflotar el mito- las percepciones de ese recital impresionante que el músico británico le brindó a los cordobeses, ya que la ciudad recibía a uno de los más grandes exponentes de rock a nivel mundial. Hablemos del Festival de Woodstock, hablemos de películas, hablemos de utopías, hablemos de amor y de seducción, hablemos de temas clásicos sonando en las radios: hablemos de Joe Cocker.
Sábado 24 de marzo de 2012, Orfeo Superdomo. El músico inglés (por aquél entonces tenía 68 años) llegó a Córdoba para deleitarnos con un show lleno de rock & blues, baladas, rock con aires latinos y bluses memorables. El tipo sabía perfectamente que era una leyenda de la cultura rock, y lo dejó en claro en la hora y media que duró su show, un recital de alto impacto donde, además, presentó temas de su último disco titulado Hard Knocks.
Con una tremenda banda conformada por Gene Black (guitarra), Nick Milo (sintetizadores), Jeff Levine (Hammond y piano), Jack Bruno (batería), Norberto Fimpel (percusión y saxo) –argentino-, Oneida James (bajo), Nikki Tillman y Andricka Hall (coros), Joe Cocker pudo brindar un espectáculo contundente repasando canciones que abarcaron casi cuarenta años de carrera, de escenarios y de excesos. El inicio del recital fue con el genial “Hitchcock railway”, y el Orfeo se vio desbordado de soul y de sonoridades latinas entre las más de 2500 personas que disfrutaban de un momento único en la ciudad de Córdoba.
Joe Cocker ya era un hombre grande y tuvo muchos años de excesos relacionados con el alcohol, pero los golpes de la vida no le impidieron salir por el mundo a regalar ese gran cargamento de grandes canciones que fue cosechando en cuarenta años de carrera; su público a eso lo reconoce y su banda hizo que cada pieza sea de un brillo y de una autenticidad única. Será que el músico inglés fue parte de los próceres creadores del Rock, de su alma y de su ideología; sino qué pensar cuando escuchamos en vivo “With a little help prom my friends”, ese himno hippie que se fundió en los corazones de millones de personas en el mismo escenario donde actuaron los jóvenes Santana y Jimi Hendrix allá en el Festival de Woodstock en 1969.
Pero esa noche histórica, en el Orfeo sonaron, además, temas como “The letter” y “Unforgiven”. Quizá los momentos más álgidos del show se dieron cuando menos lo esperábamos: casi a mitad del extenso repertorio sonaron los acordes de “You can leave your hat on”, y la gente parada y bailando en sus localidades y rememorando, quizá, la silueta de Kim Basinger realizando su striptease. Luego vino “Unchain my heart” y una gran versión de “Come Together”, de The Beatles, donde los aplausos y los coros de público fueron la mejor ovación de la noche.
Y así, luego de dos horas y media de un recital emocionante y potente, la banda abandonó el escenario con sobriedad inglesa pero sin dejar a la audiencia satisfecha de buen rock.
Sentado en la butaca no lo podía creer, como así tampoco puedo creer ahora que este músico gigante nos haya dejado. Joe Cocker pasó por Córdoba. Y por eso estamos profundamente agradecidos.

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